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 domingo, 22 de mayo de 2005  
Del consultorio al tribunal. Los médicos denuncian la existencia de una industria del juicio clínico
Las causas por mala praxis se disparan y ponen en jaque al sistema de salud
Para el Colegio de Médicos, la mayoría de las denuncias son arbitrarias y sólo persiguen un rédito económico

Carina Bazzoni / La Capital

"Hay colegas a los que el paciente les mandó un regalo de agradecimiento y a los dos meses les llegó la notificación que le iniciaba un juicio. Realmente uno ya no sabe qué pensar". Al presidente de la Asociación de Médicos para la Prevención de Accidentes de Rosario (Ampar), Aníbal Rodríguez Pécora, la anécdota le sirve para ilustrar un problema que los profesionales de la salud afrontan cada vez con mayor frecuencia: el crecimiento de las demandas por mala praxis. El malestar es tan grande que desde el Colegio de Médicos denuncian la existencia de "una nueva industria del juicio", alentada por "denuncias arbitrarias" con el único fin de "obtener un rédito económico". Y hasta advierten que esto puede poner en jaque al sistema de salud.

En la otra vereda se sitúan los estudios de abogados que representan a quienes inician este tipo de acciones. Allí se destaca la responsabilidad civil que tienen los médicos por el daño que pueden causar a sus pacientes y el "lógico derecho a recibir un resarcimiento" que lo repare.

Unos y otros echan mano a distintas causas judiciales para ilustrar su postura.

Para los médicos el caso paradigmático de "reclamo infundado" es el que inició un abogado rosarino hace siete años contra el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). El letrado argumentaba que a una paciente le habían dejado una tijera en el abdomen luego de una operación y lo acreditaba con una radiografía, pero resultó ser que el instrumento en realidad se encontraba apoyado en la camilla, abajo del cuerpo de la mujer. Frente a esto, los abogados sacan a relucir situaciones de niños que contrajeron HIV por transfusiones de sangre, personas complicadas por virus hospitalarios, o bebés que sufrieron lesiones por una mala atención durante el parto.

En Rosario no existen estadísticas que den cuenta del incremento de este tipo de litigios. La Asociación de Clínicas Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (Adecra) difundió a fines del año pasado un trabajo que hablaba de un crecimiento del 80 por ciento en los últimos 10 años. Sin embargo, sólo entre el 13 y el 20 por ciento de los casos fueron comprobados.

En ese estudio se establecía que el 20 por ciento de los 100 mil médicos matriculados en el país recibió alguna denuncia por presunta mala praxis. Lo que equivaldría a suponer que uno de cada cinco profesionales en actividad debió acudir a la justicia acusado de negligencia. En su conjunto, todas estas demandas suman una cifra cercana a los 3.000 millones de pesos.

Tanto desde el Colegio de Médicos, como desde el sindicato (Amra), se estima que la realidad de la ciudad no difiere demasiado de lo que sucede a nivel nacional. Así, habría que pensar en 1.600 denuncias, teniendo en cuenta que los médicos matriculados en la 2ª circunscripción son ocho mil.

Algunas cifras permiten dar cuenta de esto. En el estudio de abogados que asesora a un importante grupo de sanatorios locales y compañías de seguros se acumulan las carpetas de unos 100 juicios, a los que semanalmente se agrega una nueva demanda.

Con jurisdicción en todo el sur santafesino, el Departamento de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Salud de la provincia recibe un promedio de entre 20 y 25 reclamos administrativos por mes, un trámite que antecede cualquier posibilidad de iniciar un litigio por mala praxis contra el Estado. Con todo, esto no significa la totalidad de los juicios que pueden estar en puerta ya que muchas demandas se presentan directamente en la capital provincial.

Y en el Colegio de Médicos, cada siete días se reciben entre una o dos consultas de profesionales que se han visto involucrados en algún tipo de conflicto.

"Hace cinco años se empezó a notar el aumento de este tipo de reclamos. Y hasta hoy esta realidad no ha cambiado", asegura el presidente de Ampar, entidad que brinda asesoramiento legal y subsidios para enfrentar estas situaciones. La experiencia de la jefa del departamento de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Salud de la provincia, María del Cármen Zambruno, es similar. "Antes este tipo de reclamos era excepcional pero en los últimos tiempos hemos recibido muchísimos", sostiene.

Eliseo Lembo y Orlando Santi son los dos médicos asesores del Fondo Solidario de Ayuda Profesional (Fosap) que se creó hace tres años en el Colegio de Médicos. Y si bien ambos profesionales reconocen que "la práctica médica no está exenta de errores", atribuyen el crecimiento de las demandas a lo que consideran "una industria del juicio". Lisa y llanamente.

"La mayoría de las denuncias son arbitrarias. Y eso se demuestra en que en el 90 por ciento de los casos que se presentan en Tribunales el médico resulta absuelto", explica Santi.


"Aves negras" rondando el hospital
A la misma estadística apela el director del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, Néstor Marchetti. "Pocas demandas prosperan y están básicamente apoyadas por los problemas económicos que atraviesan los pacientes y por la necesidad de los abogados de asegurarse una salida laboral", dice, a la par que advierte que "permanentemente hay abogados rondando el hospital buscando clientes".

El secretario adjunto del Sindicato Médico (Amra), Eduardo Taboada, acuerda: "Hay mucha ave negra en los hospitales", y si bien aclara que "el paciente tiene todo el derecho del mundo a demandar", señala que "la mayoría de las denuncias son infundadas".

Aún así, los médicos no sólo tienen que afrontar la presión de pasar por un juicio, sino también pagarlo. Es que la mayoría de los denunciantes se declaran insolventes y acceden al beneficio de litigar sin costos, por lo cual los demandados -sean profesionales, compañías de seguro, o sanatorios- deben abonar los honorarios de abogados, peritos y sellados judiciales. La cifra no es menor, apenas baja de los 30 mil pesos.

"Si bien los juicios terminan en un 90 por ciento de los casos en forma feliz para el médico, también en un 90 por ciento lo hacen infeliz porque tiene que pagar los costos", se queja Taboada. Y Lembo se pregunta: "¿Cuál es la justicia de someter a un profesional al estrés de un juicio que dura años y que le ha hecho a más de uno hasta pensar en dejar la profesión por esto?".

La necesidad de prevenirse frente a un posible conflicto también eleva los costos del sistema de salud: los seguros son más caros, se incrementa la cantidad de estudios complementarios o de interconsultas con otros profesionales.

"Esto es muy grave -asegura Rodríguez Pécora- porque este problema que jaquea a todo el sistema de salud tarde o temprano lo vamos a pagar todos. Los médicos hace tiempo que lo estamos afrontando, pero también se va a ver afectado el paciente, porque va a ser imposible tener un buen servicio de salud en un sistema quebrado".


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Afirman que los juicios por mala praxis encarecen el sistema.

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