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domingo,
22 de
mayo de
2005 |
Una medicina "a la defensiva"
El crecimiento de las demandas por mala praxis llevó a los médicos a modificar su rutina de trabajo. Y hasta se acuñó un término para ilustrar la situación. "Ahora se trabaja a la defensiva", reconoce el presidente de la Asociación de Médicos para la Prevención de Accidentes de Rosario. Así, aumentan los pedidos de estudios complementarios "no porque el médico esté convencido, sino por miedo a estar omitiendo algún diagnóstico", y se impuso la modalidad de que los pacientes firmen un "consentimiento informado" antes de someterse a una operación donde se especifican los riesgos que tienen estas prácticas.
Para el asesor del Fondo Solidario de Ayuda Profesional del Colegio Médico, Orlando Santi, todos estos reparos "están causando una alteración del ejercicio profesional, enajenando al médico en cierta medida y alterando la relación que sostienen los médicos con sus pacientes".
Para explicarse, Santi advierte lo que sucede cuando se introduce el consentimiento informado. "Si bien es un instrumento que no merece objeciones desde el punto de vista jurídico, no se puede negar que causa cierto nivel de desconfianza que un médico le diga a su paciente «firmame esto o no te opero». Y, del otro lado, el que firma está en todo su derecho a sentirse violentado o coaccionado", se queja el médico, y rápidamente se consuela. "Pero en estos tiempos hasta eso es necesario".
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