Reestructuración y designaciones en el Ministerio de Gobierno

Rossi dejó la Subsecretaría de Seguridad

Desgastado por la denuncia de un incidente armado y otras controversias en su área, Obeid le aceptó la renuncia

El subsecretario de Seguridad Pública, Alejandro Rossi, abandonó el cargo que ocupó durante 17 meses luego de que el gobernador Jorge Obeid aceptara ayer su renuncia. Para sucederlo fue designado el abogado rosarino Gustavo Peters, especializado en criminología y hasta ayer asesor de la Dirección de Política Criminal del Ministerio de Justicia de la Nación. El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, acompañó la noticia con otros anuncios de reestructuración de la cartera a su cargo (ver aparte).

La permanencia de Rossi en su cargo se había complicado a partir del 20 de febrero pasado, cuando La Capital dio cuenta de un incidente con un arma que el ex funcionario había protagonizado en noviembre con un taxista en la zona norte de Rosario, que no quedó documentado en las actas policiales. Rossi presentó entonces por primera vez su dimisión, que fue rechazada por Obeid.

Luego hubo dos episodios que acentuaron las turbulencias en la conducción política de la policía: el autoacuartelamiento del 12 de abril pasado en la Jefatura de Rosario y la denuncia del gremio no reconocido Apropol de que en ese mismo lugar se adulteraban los cuentakilómetros de los patrulleros para ocultar el robo de combustible. La advertencia de Rossi a los dirigentes de Apropol que entraron a Jefatura a documentar ese delito -"no va a quedar ninguno", vaticinó- generó desaprobación y el ex funcionario acabó disculpándose por el exabrupto. Pero el desgaste de su imagen por toda la secuencia decantó en su reemplazo.

"Le supliqué que me aceptara la renuncia", comentó Rossi, de 43 años, en referencia a Obeid. "Y él lo ha hecho, cosa que me pone sumamente feliz. Lo que cierra una etapa que ha tenido algunas cosas buenas y otras no tan buenas", le dijo a LT8.

Formalmente retirado de funciones, ayer a la mañana habló con elocuencia sobre los motivos de su apartamiento. "Yo soy un hombre frontal y no suelo macanear mucho. Tenía clara conciencia de que el proceso de desgaste de mi figura al que se vio sometido el gobierno por el incidente de noviembre pasado, del que profusamente se ocupara una parte de la prensa rosarina, inevitablemente debilitaría mi accionar. El gobernador tuvo la delicadeza de sostenerme en el cargo hasta que hubiera un pronunciamiento judicial. Este se ha producido y no hay más razones para permanecer. Y tampoco yo tengo voluntad", destacó.

El funcionario saliente dijo que entre los créditos de su gestión incluía el impulso a la reforma policial ingresada a la Legislatura y el nivel de presencia policial callejera en ciudades como Rosario. En el quebranto consideró "algunas conductas" sin dar pormenores. "No me pidan que me flagele en público", bromeó por Radio Dos. Las expresiones de buen humor lo acompañaron todo el día. "No me siento perseguido ni especialmente víctima", dijo.

Reiteró varias veces sentir que habría "más de uno" que celebraría su salida del gobierno. Y que se dedicará a actividades que ya desarrolla en el campo privado. "Nunca tomé a la actividad pública como otra cosa que no fuera un compromiso. Pero me cansé de hablar al cuete y tengo que hacerme cargo de lo que hablé", ironizó.

Los cambios en el área fueron anunciados por Rosúa ayer a las 13. "Al gobierno y al ministro de Gobierno le pesa en el plano personal el alejamiento de Rossi, porque es un amigo por el que siento un profundo afecto, que ha trabajado conmigo en toda la gestión anterior y antes en la actividad política. Y siempre lo ha hecho con eficacia, disciplina ideológica y con lealtad", dijo.

"¿Por qué a Rossi se le acepta la renuncia ahora y no hace tres meses?", consultó una periodista. "Porque entonces el ciclo no estaba agotado y ahora sí lo está", replicó el ministro. Se oyeron varias insistencias. Hasta que el ministro repuso: "A la agenda no la fija la prensa, la fijamos nosotros".

Rossi dijo que le insistió a Obeid para que le aceptara la renuncia.