|
sábado,
14 de
mayo de
2005 |
Otra tunda memorable en el mismo sitio
Antes de este caso, otra paliza en la comisaría 11ª tuvo gran repercusión pública. La sufrió en 2002 el comerciante Mariano Garrido, entonces de 32 años. Por el caso imputaron al jefe de la seccional, Francisco Gambacurta, y los policías Gerardo Fabián Ramírez y Alfredo José Agati. El magistrado actuante, Jorge Eldo Juárez, consideró acreditado que los golpes recibidos por el detenido con un elemento similar a un bate de béisbol ocurrieron mientras estuvo preso en esa comisaría y no, como alegaron los policías, después de su liberación. Pero además encontró innumerables irregularidades en el registro policial del operativo, como ocurre ahora en el caso de los albañiles. Entre ellas falta de garantías en los interrogatorios al acusado y el incumplimiento de directivas judiciales. Garrido fue apresado el 12 de noviembre del 2002 bajo la acusación de haber despojado de 20 mil dólares a un matrimonio de ancianos de la zona sur después de hacerle el cuento del tío. A las 18 de ese día, el comerciante estaba en un quiosco de Ayacucho y Presidente Quintana cuando llegó el agente Agati en su camioneta particular. El uniformado conocía a Garrido del barrio y lo llevó a la comisaría. A partir de ese momento comenzó el calvario del muchacho. "Me obligaron a desnudarme dos veces. Me golpearon con un garrote blanco de goma dura, trompadas y cachetadas para que me hiciera cargo de un robo", relató Garrido en los Tribunales, un día después, a denunciar los apremios.
enviar nota por e-mail
|
|
|