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sábado,
14 de
mayo de
2005 |
Yo opino: Para cuidar
Marcela Doroñuk (*)
Este espacio que nos dan para poder expresarnos en libertad es, en un país tan vapuleado por nuestra cruda historia, una conquista lograda con esfuerzo y por lo tanto un lugar para cuidar y poner en relieve todos los conflictos que nos agobian cotidianamente.
Algunos de los males que parecen no tener fin son la desocupación y la desnutrición, ambos cara y cruz de una misma realidad. Males que no dejan de golpear nuestros sentidos mientras se siga legitimando una cruel política neoliberal que exige nuestra enajenación y sumisión para que sólo unos pocos puedan acceder, en grandes y desmedidas, proporciones a los beneficios que deberían democratizarse y ser para todos.
El intercambio desigual, la pugna sangrienta de los capitales extranjeros y la alienación cultural son los ladrillos que construyen hoy por hoy a la Argentina y la arrojan como saldo de un pueblo oprimido y emprobrecido. Se impone así un salvajismo donde el más fuerte aniquila al más débil y donde se naturaliza la situación de pobreza.
Pero como no me parece natural ni tampoco justo que cientos de niños se mueran de hambre y que miles de trabajadores queden excluidos de la red social, enfatizo la necesidad de la prensa y de todos los medios de comunicación para que sigan actuando como una caja de resonancia del acontecer de nuestro país y el mundo. Y también para que nos permitan despertar nuestras conciencias y mirar críticamente lo que nos está sucediendo para poder comenzar a cambiarlo o por lo menos intentar hacerlo.
(*) Tiene 19 años y es de Casilda.
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