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sábado,
14 de
mayo de
2005 |
Roban, destrozan y defecan
en el patio de la Nº1090
El de antenoche fue el décimo robo que sufrió la Escuela Nº1090 en los últimos diez años. Esta vez destrozaron una pileta y se llevaron libros y útiles escolares de los armarios de las maestras, los que previamente destrozaron. También dejaron el patio "embadurnado de caca" al decir del personal directivo del establecimiento de la zona sur. Un modus operandi que sin dudas se repite en este establecimiento ubicado en Buenos Aires 6398: el 2 de junio del año pasado se robaron los equipos de un estudio de radio y defecaron en el despacho de la directora usando como papel higiénico la bandera nacional.
La Escuela Domingo Matheu está ubicada en el Barrio de la Carne. A ella asisten 950 alumnos, que cursan del 1º al 7º año de EGB, y 60 docentes. Ayer a la mañana sus porteras abrieron las puertas y se encontraron con un panorama desolador. Elementos didácticos desparramados por todos los rincones y un sector inundado ya que los ladrones habían arrancado una pileta del baño para discapacitados del establecimiento.
Personal no docente y directivo suponen que los ladrones saltaron una reja que separa a la escuela del club 6 de Mayo, en rigor una canchita de fútbol ubicada en el pasaje Copahue. Saquearon un salón donde había sogas y con ellas se treparon al segundo piso del establecimiento donde hay varias aulas. Entraron a todas y vaciaron completamente los armarios donde había fundamentalmente cuadernos, pinturitas, sellos y ábacos.
Una dolorosa sospecha
"Como se movieron en el sector donde justamente la escuela no tiene alarma, todo nos hace suponer que quienes robaron conocen el edificio", deslizó una maestra haciendo alusión a la posibilidad de que los saqueos tengan relación directa con el alumnado.
El cuerpo directivo, como en todos los robos anteriores (en los que se arrasó con todas las estufas y ventiladores del establecimiento), radicó la denuncia en la Subcomisaría 20a. Y tanto la directora como una de las vicedirectoras se lamentaron de la inseguridad permanente que sufre el establecimiento. "En el Ministerio hay ocho computadoras nuevas y disponibles para instalar, pero con estos robos a veces tenemos dudas de qué es lo más conveniente. ¿Las traemos o las dejamos embaladas?", se preguntaron.
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