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lunes,
09 de
mayo de
2005 |
Central perdió un partido clave
Sergio Faletto / La Capital
El partido recién comenzaba a desperezarse cuando Lisandro López clavó el tiro libre en el arco de Ojeda. Un gol que despertó a Racing. Un golpe que noqueó a Central. Porque sólo habían transcurrido seis minutos y el intruso ya se había acomodado a sus anchas en el sillón de la victoria. Lugar en el que permaneció hasta el final, porque el dueño de casa no tuvo ideas ni fuerza para desalojarlo.
Central no asimiló ese gol en la madrugada del encuentro y comenzó a deambular por la avenida de la impotencia. Aceleró su ritmo sin un destino determinado. Y comenzó a chocar sistemáticamente con la ordenada defensa albiceleste. Trató de pelear como lo hizo ante Vélez, pero perdió desde el inicio porque Racing hizo eje en Simeone y desde allí inició un trabajo demoledor.
La fórmula de Guillermo Rivarola funcionó sin fisuras. Los cuatro del fondo estaban firmes, los volantes jóvenes fueron eficientes receptores del inteligente Simeone, y los atacantes rotaron siempre para generar espacios. Demasiado potencial para un Central que tiene colapsado el sistema.
El equipo visitante eludió la contención en el medio pasando por los costados, capitalizando los toques rápidos y precisos del Cholo y de Torres para Romero y Barrado, dos jugadores con dinámica y habilidad para buscar a los incontrolables atacantes Lisandro López y Guerrero.
Diez minutos después del gol, Chirola Romero estrelló la pelota en el travesaño tras cabecear un centro preciso del propio López, mientras que los canallas todavía no habían descubierto la sensación de llegar al arco de Lucchetti.
Es que Vitti siguió con sus cualidades ausentes, Ledesma lanzado como volante ofensivo perdió seguridad tras una serie de pases mal dados, Papa se diluyó entre Barrado y Torres, y Encina quedó preso del cerrojo en el medio.
Dos centros más encontraron a Romero como amo y señor en el área auriazul, pero el primero se fue rozando el travesaño y el otro terminó en las manos de Ojeda.
Recién a los 30' llegó Central a la residencia de Lucchetti. Y lo hizo con un envío de media distancia, que ejecutó Ledesma, pero desviado.
Tras la infracción de Romero que dejó afuera al Sapito Encina (ver aparte), Central buscó en el descanso algo de juego e ingenio con las variantes realizadas. Pero Alemanno y Monges no aportaron ni juego ni ingenio.
El complemento adoptó la fisonomía que más sedujo a Racing. Central avanzaba pero no jugaba ni atacaba. Y los albicelestes manejaron el partido con la autoridad que transmitió Simeone. Tanta autoridad que hasta Oscar Sequeira terminó subordinado al legendario volante.
Y fue el propio Cholo quien, tras un rebote, definió con sutileza y cerró el desafío con el segundo gol. Tras cartón Pirulo Rivarola acumuló la quinta amarilla.
Los últimos minutos encontraron a Central luchando con dignidad, pero sin juego ni esquema. Una característica que se agudizó con el devenir de los partidos. Que en lo inmediato sólo será posible revertir con trabajo e ingenio. Pero que en un futuro necesitará de mayores recursos futbolísticos.
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Fotos
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Los jugadores canallas buscan alguna respuesta a la derrota.
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