Independiente bajó a Rosario Central de la punta

Buenos Aires.- Independiente olvidó por 90 minutos su profunda crisis institucional y bajó con autoridad a Rosario Central de la punta del torneo Clausura de la primera división, después de vencerlo por 2-0, en Avellaneda, en un partido jugado ante una multitud por la décima fecha.

En el primer tiempo, el gol de Juan Eluchans, a los 43', puso justicia en el marcador, pero en el complemento Central hizo merecimientos para llegar al empate. Pero el rojo tuvo espacios para la contra y a los 37' de la segunda etapa Nicolás Frutos puso cifras definitivas al encuentro.

Independiente, dirigido interinamente por Miguel Angel Santoro, se reencontró con la victoria después de dos derrotas consecutivas en la misma tarde que se decidía su futuro con la renovación de sus autoridades por los próximos tres años.

Rosario Central, que encadenó su segunda caída sucesiva como visitante, perdió el primer puesto que ostentaba desde la primera fecha del certamen.

Cerca del final, el árbitro Juan Pablo Pompei debió parar el partido durante 9 minutos por desmanes en la tribuna visitante, donde los simpatizantes "canallas" lanzaron piedras contra platea local y se enfrentaron con la policía, que disparó balas de goma.

La diferencia más amplia la marcó Independiente durante la primera parte, etapa en la que consumó la ventaja con un cabezazo de Eluchans, bajo y esquinado, después de un pelotazo largo del zaguero Muñoz Mustafá que cayó en el corazón del área.

En contraste con las últimas presentaciones, Independiente fue un equipo seguro en defensa, con un destacado trabajo de su pareja de centrales, combativo en la mitad de la cancha (Pepé optó por un doble cinco) y dinámico en ataque.

Central, en cambio, lució desorientado e impotente ante la presión de un rival que le cedió algunos metros de su propio campo para contestar rápidamente de contraataque.

En ese contexto, los hombres más destacados de Independiente fueron Carrizo y Zurita, impenetrables en la función de "doble cinco" y el Eluchans, quien además del gol, aportó mucho empuje por su sector para que su equipo creciera en ofensiva.

Antes del gol, el equipo de Santoro había contado con dos ocasiones muy claras para abrir el marcador, ambas desaprovechadas por Insúa, quien pese a su ineficacia en la definición, fue un elemento criterioso en el ataque rojo.

En toda la primera parte, Central fue incapaz de incomodar a Navarro Montoya y sólo insunuó con un remate de Villa que fue controlado sin inconvenientes por el arquero.

Los chicos de Zof, renovados por los ingresos de Alemano y Rubens, mostraron otra predisposición en la cancha durante el complemento, pero el desarrollo del partido no varió demasiado.

En efecto, fue Independiente el equipo que siempre estuvo más cerca del arco contrario aún con la tenencia del balón por parte de los rosarinos.

Central, muy parecido a la pálida versión que fue goleada en La Bombonera en su última salida de Arroyito, atacó con insistencia pero sin claridad en la parte final.

Por falta de ideas, repitió sus avances por el sector derecho del ataque pero jamás prosperó.

Independiente, afirmado atrás, esperó el momento para lanzar un contragolpe y lo cerca del final cuando Pusineri le robó una pelota a Rivarola, se escapó por la derecha, habilitó a Insúa por el medio y Frutos, previa asistencia del volante, definió al palo izquierdo de Ojeda.

El carácter categórico del triunfo rojo despertó la ira en la poblada tribuna visitante, donde un grupo de inadaptados lanzó piedras contra la platea local y se enfrentó con la policía.

Tras los nueves minutos de interrupción, Pompei ordenó la reanudación del partido e Independiente celebró un triunfo que ilusiona con un futuro mejor, justo en el día de las elecciones presidenciales para los próximos tres años. (Télam)