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domingo,
24 de
abril de
2005 |
Entrevista con el ministro de Obras Públicas
"Hay que evitar que la obra
pública desate la inflación"
Hammerly dijo que las
prioridades son la obra vial y los gasoductos. Confía en el éxito de las nuevas licitaciones
Sandra Cicaré / La Capital
"La obra pública es una herramienta importante para motorizar la mano de obra y darle respuestas al sector productivo, pero hay que evitar que desate una espiral inflacionaria que desde el gobierno provincial y nacional no estamos dispuestos a convalidar". La reflexión parte de boca del hombre que hoy comanda el Ministerio de Obras, Servicios Públicos y Vivienda de la provincia, Alberto Hammerly, quien señaló como prioridades de su gestión la puesta a punto de la infraestructura vial y los gasoductos, que permitirán llegar con la producción a los puertos en forma más eficiente y garantizar el insumo básico a las industrias santafesinas.
El funcionario que tiene a su cargo discutir con los contratistas para que acomoden los presupuestos a los valores que maneja la provincia y que pilotea en forma personal la dura discusión del gobierno santafesino con la concesionaria del servicio de agua potable, Aguas Provinciales, cree que "no es tan fácil administrar en tiempos de bonanza económica".
"Si bien hubo épocas en que no se podía pensar en repavimentación y mucho menos en rutas nuevas, hoy hay sinsabores, porque los presupuestos están por encima de los precios oficiales y hay que conciliar para evitar desatar inflación", confesó Hammerly en diálogo con La Capital.
-¿Cuáles son las metas que se plantea desde el Ministerio esta gestión?
-Las metas e intenciones de esta gestión es que en todos los aspectos hay que tratar -a través de la obra pública- de motorizar la situación de desocupación que tiene la provincia, dar respuesta fundamentalmente al sector productivo que fue el que le dio una gran mano al país y la provincia para salir del estado económico que teníamos en el año 2001. Hay que trabajar en ese esquema para poder llegar con la producción a los puertos de la zona que va desde Arroyo Seco hasta Timbúes. Nuestra intención es de alguna manera generar obras de todo tipo, en el territorio provincial y hacerlo más equitativo, pero también posibilitar que ese boom de la soja tuviera infraestructura acorde a su crecimiento. Por eso nos abocamos a trabajar en el Plan Circunvalar un proyecto en el que intervienen 30 municipios.
-¿Cómo se compatibilizan las acciones entre Nación, provincia y municipios?
-Hay una complementación. Hay pequeñas obras que se están financiando con recursos provinciales como el camino denominado de la cremería, para tener un acceso directo a Puerto San Martín que permite ordenar el ingreso a los puertos.
-¿Cómo se financian esas obras?
-En el caso de Noble y Dreyfus en Timbúes se diagramó un esquema de común acuerdo con gente de ambos puertos para que juntos podamos ejecutar la obra. De la misma forma se hizo con Cargill en Villa Gobernador Gálvez. El 50% lo pagará la provincia y el 50% las empresas. También se están conversando con los intendentes para la ejecución de obras que permitan descomprimir el casco urbano, como es el caso de la continuación de la ruta 10 en San Lorenzo.
-Los transportistas se quejan por la falta de playas de estacionamiento. ¿Hay soluciones de largo plazo para este tema?
-La posibilidad de establecer los cupos depende de la Subsecretaría de Transporte y es una alternativa que minimizaría la concentración de camiones. Pero también tenemos que reconocer que hay una gran participación de las cerealeras, que están colaborando con la provincia y comprometiéndose con el financiamiento de obras.
-¿Hay algún plan que contemple un mejor aprovechamiento del ferrocarril para el transporte de granos?
-Esa es la idea del Belgrano Cargas con una licitación que está por resolverse. Algunas terminales portuarias tiene previsto terrenos paralelos a lo que sería la línea del Belgrano para hacer una playa de maniobra y descargar de vagones. Por más obras de infraestructura que hagamos para que lleguen los camiones hay que tener en cuenta el ferrocarril y las barcazas.
-El tema vial parece central para el Ministerio.
- A otra obra que le dimos muchísima importancia y por la cual estamos trabajando mucho son los gasoductos. El de la 34 para todo el sector productivo radicado ahí, es esencial. Tal es así que ellos van a financiar la construcción troncal del mismo con un fondo fiduciario. Esto le permite a la provincia suministrarle gas a 14 localidades. Se logró una reingeniería financiera que nos permite no sólo ejecutar la obra sino permitir la radicación de nuevas empresas y que se queden las que están.
-¿Cómo es administrar la obra pública en época de bonanza?
-Hubo épocas donde no se podía pensar en repavimentación, mucho menos en una ruta nueva. Hoy estamos en toda la cuenca del Salado reparando rutas y ejecutando los puentes. También rutas transversales.
-Con recursos todo es más fácil.
-Es fácil y difícil porque tiene sus sinsabores. Está el tema de la oferta y la demanda, los costos de oportunidad. No es lo mismo cuando no había obras y arrancábamos con presupuestos que estaban 20% por debajo de los precios oficiales y hoy están 20% arriba, con lo cual hay que ir conciliando para que no se consolide una espiral inflacionaria que la terminamos pagando todos y que el gobierno provincial y nacional no están dispuestos a convalidar.
-¿Cree que será exitosa la nueva licitación de viviendas?
-Creo que sí, incluso se hizo un pliego diferente que permite adjudicar independientemente de las viviendas.
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Hammerly confía en que tendrá éxito la nueva licitación de viviendas.
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