| domingo, 13 de marzo de 2005 | Justo y necesario Newell's ganó, pelea arriba y sigue invicto Luis Castro / Ovación Buenos Aires - Enviado especial. Dicen que de los errores se aprende. Hace ocho días Colón se llevó un punto impensado por un error (o mala fortuna, como se le quiera llamar) de Esnaider. Pero en ese choque la falla también estuvo en no saber definir el partido. Entonces, después de eso, en la semana Ariel Ortega dijo claramente lo que había que hacer de aquí en más. Cerrar el partido, bajar el telón, ganar aunque sea por "1 a 0 y chau". Y la lección parece que se aprendió. Porque Ñuls consiguió la mínima diferencia en el primer tiempo ante los pibes de Banfield, edificó un muro atrás en el complemento y esperó poder liquidarlo sin arriesgar demasiado.
Había que ganar como sea, más allá de que Menotti se pregunte una y otra vez ¿cómo es eso de como sea? Así, con mucha más garra que fútbol y, a veces, sin generar tantas situaciones claras y netas para definir un pleito que, a priori, parecía sencillo. Porque el mix que paró Falcioni le complicó la existencia a los de Ribeca, marcando, corriendo, pegando y cortando el juego. Para que el mismo se transformara en grotesco.
Tanto fue así que sólo en el primer acto se vivieron las jugadas más emocionantes. La primera secuencia mostró a Villar tapándole el gol a un Ceballos que apareció solitario y con todo el tiempo necesario para pensar en la definición. Y la segunda lo tuvo a Scocco habilitando a Belluschi para que sacara un zurdazo inatajable para Leyenda.
Tomó precauciones A partir de ahí todo se hizo más luchado, cortado y aburrido para el espectador. Zapata y Rosada se cansaron de recuperar pelotas en el medio. Pero todo se hacía tedioso porque las emociones escaseaban. Un remate de Scocco por encima del travesaño y un cabezazo de Azconzábal para mandar la pelota al tejido fueron las llegadas más claras. Nada más.
Newell's buscaba tener el control de la pelota y dejar pasar el tiempo. La mala experiencia sabalera sobrevoló por el estadio del Taladro, pero esta vez se tomaron las precauciones del caso. Ribeca mandó a Iriarte a la cancha y paró una línea de cuatro, pasando Ré a la derecha. Como para ir cuidando el resultado, pero sin resignarse a atacar.
Claro que en este aspecto, el de llegar al área contraria para liquidar un difícil duelo, la Lepra no tuvo claridad y no generó las situaciones necesarias para conseguir lo buscado. Porque Borghello estuvo impreciso y Ortega fastidioso. Y Nacho tuvo mucho despliegue, pero se movió lejos del arco.
Lo que importaba era ganar. Así quedó claro cuando se lo vio a Ribeca y a su cuerpo técnico abrazados ni bien Collado pitó por última vez. No hubo dudas cuando se observó a los jugadores sonrientes y felicitándose entre sí en el centro de la cancha.
El objetivo se consiguió. Para ubicarse en un transitorio segundo puesto y conservar el invicto. ¿Cómo se logró? Eso al hincha no le importó mucho. Lo ciertamente importante es que fue justo y necesario. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Belluschi hizo el gol que le dió la victoria a Newell's. | | |