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 domingo, 26 de diciembre de 2004  
candi
Charlas en el Café del Bajo
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-¿Qué le trajo Papá Noel, Candi?

-Regalitos muy lindos, sobre todo algunos gestos muy emocionantes. Ahora puedo leer a Saramago después de escuchar a John Lennon; puedo confundirme en mis atardeceres de silencio con el alma de "El Ruiseñor" de Bernárdez. El tiempo, las horas, son más dulces desde que puedo mirar no cualquier hora, sino esa hora especial que me regaló mi hijo menor y mis llaves ya no abren sólo la puerta de mi casa, sino la puerta de mi corazón porque ya no penden de cualquier llavero ¿Le gustan las canciones de Lennon, Inocencio?

-Desde luego, me encantan.

-Mientras hablo con usted escucho "Imagine", ¿La conoce?

-Sí, claro.

-La música maravillosa lleva una letra no menos bella. La traducción es más o menos esta: "Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz./Imagina que no hay posesiones, quisiera saber si puedes, sin necesidad de gula o hambre, una hermandad de hombres. Imagínate a toda la gente compartiendo el mundo./ Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros, y el mundo vivirá como uno". "Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único" ¡Qué frase afortunada! Una frase esperanzadora para un mundo en donde algunas actitudes son desgraciadas. Ayer, Navidad, un amigo me contó un suceso, infeliz, lamentable.

-¿De qué se trata?

-Unos papás tienen un nenito no vidente que ya está en edad de comenzar con su educación. Pues bien fueron a una escuela para anotarlo y le dijeron que no podían hacerlo por su condición de ciego. Esta fue la primera cachetada que recibieron en sus corazones y lejos estuvo de ser la última. En la segunda y posteriores escuelas recibieron la misma respuesta: no.

-¡Pero cómo puede ser!

-Sí, puede ser Inocencio, puede ser. Y lamento mucho que en una escuela privada y católica también le hayan dicho "no, porque ya tenemos un chico ciego". Parece que algunos cristianos no han entendido bien, no han comprendido aún debidamente que cosa dijo Aquel cuyo nacimiento se conmemoró ayer. Parece que algunos cristianos olvidaron aquello de..."Dejad que los niños vengan a mí y no se lo estorbéis, porque de los tales es el reino de Dios" ¿Acaso cuando permitió que aquellos chicos del Evangelio se acercaran a El y los acariciaba y bendecía, este Jesús aludió a niños capacitados o discapacitados, niños de una u otra religión, niños de determinada raza? No, permitió que todos se acercaran a El. De manera que si es repudiable que los hombres no acepten el ingreso de un niño a la escuela por su condición de no vidente, es además frustrante que lo hagan aquellos que, se supone, han sido convocados para proclamar la "Buena Nueva". A ellos le cabe la palabra del profeta que hace suya Jesús: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí". Como aún tengo la esperanza de que las autoridades de la escuela recapaciten me abstendré por el momento de nombrarla.

-Convengamos en que todas las autoridades de las escuelas públicas y privadas que han sumido a estos papás en este angustiante peregrinaje merecen el reproche.

-Desde luego porque es lamentable que se le cierren las puertas a una persona, especialmente a un chico, por una cuestión de esta naturaleza. Es intolerable que se condene a una familia a esta angustia. Algunos seres humanos no lograron determinar aún cual es la verdadera ceguera. Ciego en realidad no es aquel que no puede ver con los ojos del cuerpo. Ciego y peligroso hasta tal punto que puede conducir a su prójimo hasta el borde del abismo y arrojarlo es aquel que no puede ver con los ojos del espíritu. Quiero decirles a los docentes que han impedido el ingreso de este pequeño a sus escuelas que ellos son los verdaderos ciegos y que sería bueno que investigaran la experiencia española (entre otros países) respecto de chicos no videntes y de cómo se han incorporado a la escuela ordinaria con total éxito. Me voy mientras escucho a Lennon: "Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único".

Candi II
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