| domingo, 19 de diciembre de 2004 | Costumbres navideñas Jacobo Mario Cohen Muy cerca del Polo Norte, en Finlandia, en un pasaje montañoso conocido como Korvatunturi, hace más de cuatro siglos un gigantesco y generoso personaje llamado Julemand deposita regalos, una vez al año, en la puerta de cada casa donde vive un niño. Se dice que en un principio vestía con pieles de reno y sólo regalaba curiosos objetos en hueso y madera a los niños finlandeses. Con el tiempo fueron tantas las cartas que recibía de todo el mundo que se vio obligado a construir una fábrica de juguetes en la cercana Rovaniemi, convirtiéndose en el Papá Noel que todos conocemos.
Este fenómeno ocurre en las altas latitudes del planeta, en lugares como Rovaniemi, ubicado en la línea imaginaria que nosotros conocemos como Círculo Polar Artico y que los finlandeses llaman Napapiiri. No resulta extraño que en un paraje tan asombroso se encuentre el pueblo de Julemand, más famoso por su nombre de Papá Noel o Santa Claus.
Desde su casa de Korvatunturi, en la misma línea del Círculo Polar Artico, viaja todos los días Julemand en un trineo tirado por siete renos. Van a supervisar la fabricación de los juguetes que se necesitan con el fin de cumplimentar los deseos de miles de niños.
Los finlandeses viven la Navidad con enorme pasión, siguiendo una serie de rituales. El 24 de diciembre es costumbre desayunar crema de avena con canela, azúcar y leche fría. Dentro de la crema está escondida una almendra, y se dice que quien la encuentra, tendrá buena suerte o se casará el próximo año. La cena es la parte más importante del día. Se comienza con jamón a la mostaza acompañado de zanahorias y patatas, además de guisantes y ensalada de remolacha. El plato fuerte es arenque o carne de reno. Y para terminar, varios bizcochos de pasas, almendras y especies. enviar nota por e-mail | | |