Oportunidad. Un proyecto para contener el calentamiento global

Rusia da optimismo a la cumbre sobre el clima

Su adhesión al Protocolo de Kyoto cambia el humor del cónclave que empieza mañana en Buenos Aires

A partir de mañana, la ciudad de Buenos Aires albergará a más de cinco mil delegados de 189 países que participarán de la décima Convención sobre Cambio Climático (COP-10), una reunión que viene signada por el optimismo ante la próxima entrada en vigor del Protocolo de Kyoto sobre gases de efecto invernadero. La reciente ratificación de Rusia que ha permitido destrabar la puesta en funcionamiento del documento regirá todas las negociaciones de la convención, que según los especialistas abrirá las puertas para inversiones millonarias en el sector energético, la planificación estratégica y el mercado de emisiones.

La inauguración del encuentro, que se realizará a las 10 de la mañana en la Sociedad Rural de Palermo, estará a cargo del ministro de Salud, Ginés González García, y de la secretaria ejecutiva de la convención, Joke Waller Hunter.

El titular de la cartera de Salud, quien será nombrado presidente de la convención, estará acompañado por el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Atilio Savino.

A partir de allí, se desarrollará una serie de actividades compuestas de reuniones, debates, muestras y charlas por parte de funcionarios nacionales e internacionales, científicos, académicos, empresarios y miembros de la sociedad civil.

Asimismo, las organizaciones no gubernamentales más importantes de todo el mundo aprovecharán la ocasión para hacer oír sus propuestas, muchas veces teñidas de colorido y originalidad, como la de Greenpeace argentina que prometió construir dos arcas de Noé, una en el Obelisco y otra frente a la Rural, donde albergarán a todos los "refugiados ambientales".

La segunda semana de la convención será la de las conocidas como de "alto nivel", en la que los ministros de los más de 190 países participantes acordarán los puntos negociados por los diplomáticos.

Estas negociaciones, punto focal de la convención, tratarán sobre los compromisos a asumir en la segunda etapa del proceso iniciado en el 93 y el grado de cumplimiento de los mismos, las metas establecidas en Kyoto, y entre otras cuestiones, del mercado de bonos de carbono.

La conferencia de las partes es el órgano supremo de la convención marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático, uno de los más ambiciosos tratados internacionales sobre medio ambiente que entró en vigor en marzo de 1993, y que establece las normas e instituciones que guían los esfuerzos entre gobiernos para hacer frente al calentamiento global.


Otra vez Buenos Aires
Buenos Aires fue elegida por segunda vez -algo que no sucedió con ninguna otra capital del mundo- como sede de esta trascendental reunión.

"Esto demuestra la vocación del país para proteger la atmósfera y preservar sus condiciones de producción primaria", aseguró el representante especial para asuntos medioambientales internacionales de la Cancillería, embajador Raúl Estrada Oyuela, uno de los artífices del protocolo de Kyoto.

Dos cuestiones fundamentales que abarcarán gran parte de los debates en la reunión serán las propuestas de mitigación y adaptación al cambio climático, acciones que vienen siendo reclamadas desde el sector científico nucleado en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés).

"La adaptación al igual que la mitigación buscan reducir el impacto y los efectos del cambio climático sobre la vida social y económica de las sociedades", expresó Atilio Savino.

"Mientras que la mitigación acciona sobre las causas que provocan el cambio climático, la adaptación se hace sobre los efectos", concluyó. (Télam, DPA y DyN)