| domingo, 05 de diciembre de 2004 | La reticencia oficial de EEUU Mientras desde Washington, el gobierno de EEUU obstruye medidas nacionales e internacionales de protección del medio ambiente, para el interior de la nación se dan situaciones controversiales con esa línea. Así, en Colorado, los electores pidieron a través de una iniciativa popular que hasta 2015 en ese estado se cubra al menos el 10 por ciento de la demanda energética a través de energía solar, o bien eólica. El estado de Maine decidió hace un año por ley reducir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero. Otros 16 estados adoptaron estándares ambientales vinculantes. Sin dudas, Estados Unidos volverá a estar en la picota en esta décima conferencia climática que se desarrollará en Buenos Aires. Desde que el mayor emisor de dióxido de carbono en el mundo le diera la espalda al Protocolo de Kyoto, la crítica no cede. Sin embargo, el presidente George W. Bush no se deja desconcertar por ello: su gobierno no quiere perjudicar el crecimiento económico por medidas para la protección del clima y sólo promueve programas voluntarios para la industria. "Este principio se basa en el sano entendimiento humano de que el crecimiento económico permanente es la clave para avances en (la protección de) el medio ambiente, porque el crecimiento crea los medios para inversiones en tecnologías limpias", dijo Bush cuando presentó sus propuestas para la protección del clima en 2002. enviar nota por e-mail | | |