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 miércoles, 24 de noviembre de 2004  
Un delincuente con trayectoria tumbado al azar
Sergio Camos cayó en un control del Comando. Le adjudican robos a un par de bancos y a un blindado

Por casualidad. La policía rosarina detuvo de esa forma a un hombre acusado de varios y resonantes atracos ocurridos durante este año en la ciudad. Se trata de un ex convicto que, según fuentes policiales, estuvo involucrado en media docena de suculentos robos y que el lunes a la tarde fue descubierto en un operativo de rutina del Comando Radioeléctrico en la zona oeste cuando manejaba una desvencijada renoleta. El delincuente es uno de los acusados de haber copado la comisaría de Coronel Arnold, esgrimiendo un fusil FAL (Fusil Asalto Liviano), junto a un grupo que robó luego la sucursal del banco Bisel en enero de 2003.

Sergio Darío Camos, de 31 años, estaba en la mira de la policía por su participación en una banda de asaltantes experimentados que golpeó en los últimos seis meses, entre otros sitios, en un banco de Fisherton y asaltó un camión de caudales en Villa Hortensia. También está bajo la lupa por el robo al supermercado mayorista Makro el 20 de agosto pasado. Camos, conocido también como Checu, estuvo preso durante un tiempo y el año pasado recuperó la libertad.

El lunes, pasadas las 19.30, fue detectado mientras manejaba un viejo Renault4 en compañía de dos personas, un muchacho de 28 años y una menor de 17. Los tres se desplazaban por avenida Eva Perón. Al llegar a la intersección con Bolivia los cruzó un patrullero del Comando Radioeléctrico. Una fuente policial reveló que uno de los efectivos de la patrulla se acercó al coche y reconoció al delincuente. "Este es el que le afanó el arma al policía en la puerta del banco Francés", rememoró el uniformado, amigo de aquel suboficial que cumpliendo con la custodia de un empleado de un supermercado fue asaltado a principios de junio en Superí y bulevar Rondeau.

Checu Camos "estaba jugado", sabía que los pesquisas se movían tras sus pasos y por eso no tenía un lugar fijo donde dormir. Alternaba entre cinco o seis domicilios en barrios de zona sur, suroeste y norte. "Es un delincuente con códigos que estaba muy bien armado", explicó una fuente de la investigación para definirlo.

Además del golpe al encargado general del supermercado Azul, al que le robaron 50 mil pesos frente al banco Francés de Rondeau y Superí el 7 de junio, a Checu Camos se lo vincula al atraco a un transporte de caudales en Villa Hortensia el pasado 16 de julio. Allí tres delincuentes que actuaron enmascarados se hicieron de 24.500 pesos que los portavalores habían retirado del banco Municipal del Distrito Norte.

Además la policía lo vincula a los robos en una cooperativa de taxis y a la fundición Martínez en Granadero Baigorria el pasado 7 de octubre. Ese día cuatro hampones levantaron 25 mil pesos y escaparon en un auto que abandonarían en Ibarlucea.

Según fuentes de la investigación, en el momento de su detención Camos viajaba con su "su cuñado", hermano de Paola Galli. En septiembre de 2003 esta mujer había sido detenida en Arroyito cuando, junto a otras dos compañeras, regresaba de un viaje desde Paraná. Al bajar del micro en avenida Alberdi y Génova la policía las detuvo y al revisar su equipaje halló un fusil FAL, cuatro cargadores para ese tipo de arma, 140 proyectiles para FAL, diez proyectiles para pistolas 11.25, dos handys conectados a la frecuencia policial, dos celulares y seis capuchas. Las mujeres viajaban con una beba.

Después de esta detención, un vocero de la pesquisa explicó a La Capital que "el FAL secuestrado podría ser el utilizado por la banda que copó la comisaría de Coronel Arnold" el 8 de enero, cuando redujeron y encerraron a dos policías, para después robar 30 mil pesos y 4 mil dólares de la sucursal del Banco Bisel de esa localidad.

Camos sería uno de los "miembros más importantes" de esta banda junto a otros dos hampones que están prófugos. Uno de ellos se les escabulló a los uniformados cuando hace diez días lograron desbaratar una gavilla de bandidos rurales que había golpeado en la zona rural Pujato, Roldán y Zavalla en los últimos seis meses. Al desarticular esta banda, con la detención de cinco personas, se hallaron varias crónicas policiales que daban cuenta de los golpes que habrían ejecutado.
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Setiembre de 2003, cuando la mujer de Camos fue apresada con un fusil FAL.

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