Año CXXXVII Nº 48581
Política
La Ciudad
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Escenario
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 21/11
Mujer 21/11
Economía 21/11
Señales 21/11
Educación 20/11
Campo 20/11
Salud 17/11
Autos 17/11

contacto
servicios
Institucional

 miércoles, 24 de noviembre de 2004  
Una mujer que cumplió dos condenas por robo acusada de matar a Luis Miguelez
Se entregó una prostituta buscada por el asesinato del dueño de un bar
Tras sus pasos, la policía había allanado dos casas.Tiene 24 años y hace tres meses salió de prisión

María Emilia La Piteta Coradi es una prostituta que deambulaba por la noche rosarina con un embarazo de tres meses. En la tardecita de ayer se entregó cuando ya sabía que la policía estaba tras sus pasos por el crimen de Luis Alberto Miguelez, dueño del bar de Zeballos y Corrientes, que fue encontrado una semana atrás con una puñalada mortal en el corazón. La chica, según indicó una fuente de la investigación policial, estuvo condenada en dos oportunidades por robo calificado. Sus atracos tenían una particularidad distintiva: siempre amenazaba a sus víctimas con cuchillos.

Ayer esta chica menuda, de 24 años, y "muy golpeada por la vida", según confió un comisario que revista en la Jefatura, decidió que ya no podía resistir el asedio policial. Entonces su abogado se contactó con el jefe de la Brigada de Homicidios, Daniel Corbellini, y le dijo que podían ir a buscarla a su estudio jurídico de Maipú al 500.

Los pesquisas seguían sus pasos desde el viernes. Recorrieron diferentes sitios, pero no la encontraron. La búsqueda continuó ayer a la mañana. Los policías de la seccional 2ª y de Homicidios fueron a dos casas de la zona sudoeste de la ciudad: uno en Deán Funes al 3800 y otro de Lavalle al 3000. Tampoco la hallaron. En una de las viviendas vive su hermana y el otro lo ocupó la Petita con su concubino hasta hace un tiempo.

El cadáver de Miguelez, de 54 años, y propietario de "El bar de Luis", fue descubierto poco después de las 5 de la mañana del 15 de noviembre pasado por el empleado de limpieza del local. El muchacho había llegado como de costumbre para cumplir con sus tareas y le llamó la atención encontrar la puerta principal abierta con un cartel que promocionaba una pizza por tres pesos todavía colocado en el exterior.

El trabajador primero se encontró con algunos vasos y botellas rotos y un desorden propio de una pelea. Miguelez estaba recostado contra un sofá en el sector "fumadores". Había recibido una profunda puñalada en el pecho, a la altura del corazón. Del local habían desaparecido dinero de la caja, un minicomponente y herramientas.

Piteta Coradi salió en libertad tres meses atrás desde la Unidad de Detención Nº5, donde cumplió condenas por robo calificado resueltas por los jueces de Sentencia José María Casas y Antonio Ramos.

El comisario José Luis Juárez, jefe de la comisaría 2ª, sostuvo que existen elementos que incriminan a Coradi. "Varios vecinos y comerciantes de la zona la vieron entrar y salir del bar (de Miguelez) el día del crimen. Además las pericias que realizó Criminalística sobre las huellas halladas, como la sangre y el pelo de la chica, permiten determinar su responsabilidad en el hecho", aseguró Juárez.

El oficial señaló que la Piteta concurría con frecuencia al bar de Zeballos y Corrientes ya que ejercía la prostitución a pocas cuadras del comercio. Sus paradas habituales eran las esquinas de Sarmiento y Montevideo y Sarmiento y Zeballos.

Anoche, la chica esperaba en la Jefatura su traslado a la comisaría 2ª. Estaba asustada, pero había dicho que no declararía en sede policial. Lo que sí hará aparentemente el jueves cuando sea llevada ante el juez Carlos Triglia, a cargo de la investigación del caso.

Por eso, los pesquisas no habían podido reconstruir anoche lo que ocurrió en la madrugada del 15 de noviembre en "El bar de Luis". "No sabemos lo que pasó. Tal vez entró a robar o el dueño el bar le pidió sexo y ella se negó", especuló Juárez.

Aunque los pesquisas tenían una certeza: contaban con el cuchillo tramontina con el que fue asesinado Miguelez. Y presumían que al dueño del bar lo habían matado en el desenlace de una pelea.
enviar nota por e-mail
contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El bar que escenario del homicidio.

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados