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 miércoles, 24 de noviembre de 2004  
Sangriento tiroteo dentro de una relojería de Parque Casas
Un sargento baleó al ladrón que le había disparado al dueño del pequeño local

La intervención de un suboficial de civil para abortar un robo desató un incidente sangriento en el interior de un pequeño negocio de Parque Casas. El comerciante recibió dos tiros en la pierna derecha, efectuados por el mismo maleante, quien a su vez fue alcanzado de refilón en la cabeza y también en una pierna por otras dos balas que disparó el policía. Tras los disparos, un grupo de vecinos intentó golpear al delincuente en momentos en que era subido a una ambulancia. La violenta reacción de las primeras personas agolpadas en el lugar, que dejó a un policía con un dedo fracturado, se dio porque el delincuente herido era el mismo que unos diez días antes había asaltado el mismo negocio, hasta donde ayer llegó luciendo un reloj y una cadenita robados en aquella oportunidad.

El atraco y posterior tiroteo ocurrió en Casiano Casas 1263, en la zona norte de la ciudad. Allí funciona desde hace casi diez años una regalería y relojería, cuyo propietario es Daniel Rímolo. Habían pasado unos minutos de las 12 y en el local, además de Rímolo, se encontraba una parejita y el sargento de la policía provincial Marcelo Sendra, integrante de la sección Caballería de la Unidad Regional II. En ese momento Sendra se encontraba franco de servicio y estaba en el local de casualidad: había pasado a retirar el reloj de uno de sus hijos que estaba para reparación.

"Al principio pensé que era una broma", comentó el policía luego del episodio. Un joven delincuente, de entre 18 y 20 años, irrumpió con el clásico grito "atrás, esto es un asalto". Sendra comentó que el ladrón no se percató de que estaba delante de un policía, a pesar de que llevaba su arma reglamentaria calzada entre la espalda y la cintura. "Me palpó a la altura de la cintura, pero muy rápido porque no se dio cuenta", agregó. Según el relato del policía, el maleante intentaba llevar a sus cuatro víctimas hacia una habitación trasera del negocio, cuando Rímolo tuvo una reacción que lo puso al borde de la muerte.

El relojero se abalanzó sobre el caco, quien no dudó y abrió fuego sobre el dueño del negocio. Dos plomos dieron en la pierna derecha de Rímolo. En ese segundo, Sendra se identificó como policía e impartió la voz de detención. "Cuando este sujeto se dio cuanta de que era policía comenzó a tirarme. No tuve otra alternativa que defenderme y efectué dos disparos. Uno le pegó en una pierna y el otro le rozó la cabeza", comentó el policía, rodeado de numerosos vecinos que seguían su relato muy cerca de la escena del hecho.


Tiroteo feroz
El tiroteo fue feroz y sólo la casualidad impidió que haya víctimas fatales. Según palabras del policía, lo que sucedió adentro del local fue una balacera tremenda. "En total fueron 6 ó 7 disparos. La mayoría fueron realizados por el delincuente. Yo gatillé dos veces y le di", describió el sargento. "Después, lo reduje en el piso y solicité apoyo", completó.

Los estampidos sobresaltaron a todo el vecindario, que a esa hora presentaba un incesante tránsito de vehículos y de chicos que van a la escuela por la avenida. La conmoción inicial hizo que varias personas, allegadas o vecinos o amigos de Rímolo, se congregaran frente a la regalería. Entonces se desencadenó un intento de linchamiento contra el delincuente herido. La policía intentaba sacarlo del interior del local para subirlo a una ambulancia del Sies, varias personas se abalanzaron para propinarle una golpiza. En el medio del descontrol un policía sufrió la fractura de un dedo.

Familiares de Rímolo dijeron que Daniel estaba bien, "aunque se lo veía muy dolorido". Fuentes policiales indicaron que el comerciante fue derivado a un sanatorio privado. Minutos después del traslado de los heridos, la vereda de Casiano Casas al 1200 era un hervidero de gente muy nerviosa. "No puede ser. Hace 15 días lo asaltó el mismo tipo, que para colmo apareció por acá con un reloj y una pulsera que se había afanado", se quejó una familiar de Rímolo. Ana, una comerciante de la zona, anunció que el viernes próximo se realizará una reunión en Casiano Casas al 1300 para pedir a las autoridades mayor protección.

Voceros de la policía indicaron que el delincuente herido, cuya identidad no se conocía anoche, esgrimía una pistola calibre 9 milímetros que fue incautada en la escena del hecho.
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El pequeño local don de se desató la balacera en la cual se cruzaron ladrón y policía.

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