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 lunes, 04 de octubre de 2004

Entrevista el veterano líder radical aseguró que con el socialismo haría una alianza "inmediatamente"
Alfonsín: "Rozas no ayuda a la recuperación de la UCR"
El ex presidente insistió en que existe un complot para derrocar a Kirchner y volver "al viejo esquema neoliberal"

Carlos Colombo / La Capital

El ex presidente Raúl Alfonsín repasa sus años de gobierno, pero no puede escaparse de la situación del país y del gobierno de Néstor Kirchner. Defiende las leyes de obediencia debida y punto final: "Se desgranaba el poder en seis meses", señaló y criticó al presidente del comité nacional de la UCR Angel Rozas, porque "no ayuda" a la reconstrucción del partido.

Invitado por la Fundación La Capital para presentar su libro "Memoria Política", insistió en su teoría de que hay un complot para que Kirchner no termine su mandato y volver "al viejo esquema neoliberal" y si bien dice saber los nombres de quienes están detrás del putch prefiere no darlos a conocer.

Con Alfonsín se podrá coincidir o disentir, avalar o no lo que hizo durante su presidencia, pero lo que no se puede negar es que fue el responsable de llevar al país por la senda de la democracia y que sigue siendo, a pesar de que él lo niegue, un referente indiscutido dentro de la Unión Cívica Radical.

-Usted habló de un complot contra el presidente Kirchner para que no termine su mandato, ¿tiene más información?

-Yo no tengo información que sirva como prueba judicial, si no tendría que haber acudido de inmediato a la Justicia, pero sé de reuniones que se han efectuado donde todo el mundo está deseando que se produzca algún hecho que no le permita al presidente durar los cuatro años. Creo que esta es la primera responsabilidad que tenemos los políticos democráticos, que dure los cuatro años, criticándole todo lo que haya que criticar, pero que de una vez por todas arranquemos como corresponde en un Estado de derecho.

-Cuando usted fue presidente sufrió lo que se denominó un golpe de mercado, ¿se estaría armando algo similar?

-Podría ser algo similar. Ahora a mí me dan mucho fastidio las empresas privatizadas o cuando viene el ministro de Relaciones Exteriores de España de qué manera se quejan del gobierno, la deuda externa es tan grande que hemos perdido capacidad de decisión nacional, por eso deseamos que sea exitoso el gobierno en su gestión de la deuda con los acreedores privados.

-¿Y se puede saber quiénes participan en esas reuniones?

-Yo no voy a pronunciar ningún nombre.

-Pero los conoce.

-Yo los conozco, sí. En general no dicen que van a golpear, por eso yo hablé de putch para diferenciarlo de los golpes de Estado tradicionales donde intervenían los militares. Cuando dicen "este gobierno no puede durar", están queriendo que este gobierno no triunfe y volver al viejo esquema neoliberal.

-¿Cuáles son sus críticas al gobierno de Kirchner?

-Su intención de modificar el artículo 15 de la ley de presupuesto, que prácticamente borra todo lo que se haga con el presupuesto y pueda hacer lo que quiera, que procure de nuevo una ley de emergencia, cierta hegemonía que pretende ejercer no hablando con los partidos políticos o no haberse ocupado de los problemas de la crisis energética. También que no se haya creado la comisión bicameral para juzgar acerca de los decretos de necesidad y urgencia. Yo me conformaría con que saliera el proyecto de la senadora (Cristina) Kirchner, que ahora no aparece por ningún lado.

-¿Y cuáles son las cosas positivas?

-Que no se hayan enviado tropas a Irak, que profundice el Mercosur, el cambio en la Corte Suprema que ya es independiente, esos son hechos que cómo no vamos a apoyar. Nosotros estamos en contra de quienes pretenden ponerle palos en la rueda al gobierno. Criticamos todo lo que nos parece mal, pero no dejamos de reconocer y apoyar lo que nos parece bien.

-¿Cuál es su opinión sobre la reapertura de las causas por los crímenes durante la dictadura y la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final, que se aprobaron en su presidencia?

-Yo liberé de toda cuestión de tipo personal a los legisladores de la Unión Cívica Radical, les envié una carta en ese sentido. Creo que no puede ser que el Congreso declare nula una ley, sí la puede declarar inconstitucional la Corte Suprema de Justicia y dentro de poco tendremos un fallo al respecto. En cuando a la oportunidad, no lo puedo juzgar yo, seguramente el señor presidente tiene muchos más elementos para hacerlo.

-¿Cómo ve al radicalismo, después de lo que significó la caída de Fernando de la Rúa?

-Lo veo creciendo y le diría que el radicalismo estaría en condiciones de reponerse en dos años, pero no ayuda el presidente del partido (Angel Rozas) en esto que es una ambición de todos.

-En la discusión por la presidencia de la convención nacional del radicalismo se enfrentaron dos santafesinos: Adolfo Stubrin, que ganó, y el Changui Cáceres, a quien usted apoyó.

-Sí, cómo son ustedes los santafesinos. Mire yo no tengo nada contra Adolfo Stubrin, lo llamé para felicitarlo y ponerme a sus órdenes en lo que pudiera serle útil. Nuestro problema es un grupo que pretende en la provincia de Buenos Aires llevar como cabeza de lista a un extrapartidario como es Ricardo López Murphy, que es un hombre correcto que con toda dignidad renunció al partido cuando se dio cuenta de que sus ideas económicas no se compadecían con las ideas de nuestro partido.

-¿Coincide con los que dicen que la elección de Stubrin es un giro a la derecha del radicalismo?

-No, no, no. Está apoyado por gente de la derecha, porque se privilegió la llegada de él, pero Stubrin es un hombre de pensamiento socialdemócrata, como lo tengo yo, de centroizquierda.

-¿López Murphy y Elisa Carrió resultan incompatibles para una alianza con el radicalismo?

-Con López Murphy, absolutamente; y respecto de la doctora Carrió, ella misma ha dicho que de ninguna manera lo haría.

-¿Es partidario de reflotar la Alianza, por ejemplo con el socialismo?

-Con el socialismo, sí. Yo con el socialismo haría una alianza inmediatamente.

-Mucho se habló de la transversalidad.

-No, eso ya terminó. Eso de cooptar de un partido y de otro partido no actúa en beneficio de ninguno. Eso no significa que si hay un hombre que esté dispuesto a colaborar con el gobierno en un puesto determinado pueda hacerlo.

-Volviendo al partido, muchos dicen que su omnipresencia no permite la renovación.

-Pero no soy nada del partido, que quiere que haga, que me suicide, que me vaya del país. ¡No me suicidaré! (risas).

-¿Cómo analiza hoy las leyes de obediencia debida y punto final.

-Mire yo creía que iba a haber unos cien imputados, pero ante las presiones (los jueces) que no habían trabajado nunca en tres años procesaron a cuando hombre era denunciado, entonces se produjo un problema aún mayor. Creo que la obediencia debida salvó al país. Cuando se iba bajando de grado (militar) y en lugar de ir a las secretarías de los juzgados se metían en los cuarteles se producía un desgranamiento del poder en seis meses.

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Alfonsín volvió a reivindicar las leyes del perdón.

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