Sin novedades en el secuestro de Patricia Nine

Patricia Nine cumplió ayer su quinto día de cautiverio y sus familiares aguardaban una comunicación de los captores que se mantienen en silencio desde el día en que la capturaron en el partido bonaerense de Moreno.

El empresario Eduardo Nine aguardaba con desesperación una nueva llamada de los secuestradores de su hija, quienes exigieron 500 mil dólares para liberarla sana y salva. "Está todo planchado, en silencio absoluto", dijo una fuente sobre el avance del caso y la falta de comunicación de los captores.

Los investigadores sospechan que el secuestro de Nine se extenderá varios días más. Creen que la banda que la capturó "tiene una logística suficiente" para alargar el secuestro y "van a jugar con al desesperación de la familia".

De acuerdo a fuentes de la investigación, los secuestradores se comunicaron una sola vez con los familiares de Patricia y sólo se limitaron a decir sus exigencias. "La llamada fue muy breve y se realizó desde un teléfono público en la zona sur del conurbano. Pidieron 500 mil dólares y cortaron", dijo un jefe policial que participa de oficio en la investigación del caso.

Patricia Nine fue secuestrada el martes pasado por la mañana cuando llevaba en su automóvil Chevrolet Astra a sus dos hijas y a sus dos sobrinos al colegio Bartolomé Mitre Day School, de la localidad de La Reja, en el partido de Moreno, al oeste del conurbano bonaerense.

Según lo relatado por testigos a la policía, la mujer fue interceptada por varios delincuentes, uno de ellos armado con un FAL y con su rostro cubierto con un cuello polar rojo hasta los ojos.

La banda obligó a bajar a Patricia de su vehículo y a subirse a un Renault Laguna con los vidrios polarizados en el que se la llevaron. Por la noche, los secuestradores realizaron esa primera llamada extorsiva y, desde entonces, no se tuvieron más noticias. (Télam)