Clima enrarecido para el retorno a clase de los alumnos en Patagones

Los familiares de los tres chicos asesinados se oponen al regreso a las aulas y proyectan un "abrazo"

Los alumnos de la escuela Islas Malvinas de Carmen de Patagones, donde el martes pasado un estudiante adolescente mató a tres de sus compañeros dentro de un aula, deberán volver hoy a clase en un clima enrarecido, con fuertes miedos y angustias por parte de padres y docentes.

La mayoría de los alumnos optó por ir a la escuela luego de un intenso trabajo psicológico efectuado por equipos de orientación escolar, ya que al principio los chicos sostenían que jamás iba a volver a pisar ese establecimiento.

En tanto, los padres, amigos y familiares de los tres alumnos fallecidos -Federico Ponce, Evangelina Miranda y Sandra Núñez- manifestaron su fuerte oposición a que los jóvenes vuelvan al escenario de los trágicos sucesos del 28 de setiembre pasado. "Es muy rápido para volver a la escuela", sostienen los familiares, quienes hoy, a las 8.30, realizarán un "abrazo" frente al establecimiento.

"Si los chicos del polimodal tienen que reflexionar con los psicólogos que lo hagan, pero no dentro de la escuela", dijo un familiar de una de las tres víctimas.

Una marcha espontánea en la que participaron unos cien jóvenes transitó ayer a la tarde hasta la parroquia de Carmen de Patagones e ingresó a la iglesia para escuchar la misa de los domingos.

El templo se llenó con las fotos y pancartas de los adolescentes fallecidos y, al verlas, el sacerdote Emilio Barasatich dijo que "las imágenes de Sandra, Federico y Evangelina están bien en alto como símbolo de que la fe no se cae".

"Arriba, maragatos, si fuimos noticia de muerte en todo el mundo, ahora debemos ser noticia de vida", exhortó el religioso, dirigiéndose a los presentes con el nombre que se da a los pobladores de esa ciudad del sur bonaerense.

El temor de los padres en esta vuelta a clases pasa por saber qué mecanismos de seguridad se adoptarán para que la historia no vuelva a repetirse, y a los educadores los angustia no saber cómo será su rol frente a los estudiantes.

"Es que el cuerpo docente tiene una relación muy directa con los alumnos, muchos de ellos le enseñaron a Junior, y otros fueron maestros de familiares o amigos de los chicos fallecidos", contó Lilian Armentano, psicóloga y coordinadora de los equipos de salud mental que trabajaron para retomar las clases.

Pamela, alumna de la escuela Islas Malvinas, destacó que lo que los chicos necesitan "no es tanto una contención, sino que se puedan hacer cosas para que ésto no vuelva a pasar".

"Queremos que las autoridades del colegio nos escuchen sobre las cosas que están pasando aquí adentro", planteó.

La primera jornada de clases comenzará a las 9 y será muy flexible: la asistencia será voluntaria, no se tomará lista y cada alumno podrá retirarse cuando lo desee.

El aula 30, donde funcionaba el primero B del Polimodal que fue escenario de la tragedia, "no será usada más como aula en lo sucesivo", confirmó una de las autoridades de la escuela. Luego de reparaciones y pintura que borraron los huellas visibles de la tragedia, ese espacio será utilizado para otras actividades.

Ante el temor de que los alumnos decidan no volver a clases, la directora del establecimiento, Adriana Goicoechea, pidió especialmente a la Iglesia su colaboración a través de jóvenes que incentiven a los alumnos a perder el miedo y a que se animen a entrar al colegio.

El último parte médico dado ayer indicó que los chicos heridos evolucionan favorablemente. (Télam)

La misa del domingo fue el lugar de reflexión para mucha gente de Patagones.