 | lunes, 04 de octubre de 2004 | Campaña de limpieza Atento a la campaña de limpieza recientemente lanzada por la Municipalidad, me permito efectuar algunas breves reflexiones. Creo que el hábito de la limpieza no se puede estimular con "campañas", es una formación que se debe cimentar desde el hogar primero y desde la escuela luego, no con una campaña publicitaria que tiene como objetivo cercano un shock de conciencia en vistas al próximo Congreso de la Lengua. La campaña se debe transformar en costumbre y, por conciencia, uno debiera ser limpio y ordenado, usar cestos y no arrojar papeles ni cigarrillos, ni otro objeto propio en la vía pública. Diariamente me peleo con otros automovilistas que pudiendo guardar sus desechos dentro del auto lo arrojan por la ventanilla: ¿con qué necesidad? Es una cuestión de respeto, en sus casas nadie come chicles o caramelos y tira los papeles al suelo, nadie fuma y tira las colillas en su dormitorio. Nadie se toma una gaseosa y tira la lata en el living. Uno debe ser limpio simplemente por respeto por los otros ciudadanos. Resulta cuanto menos ridículo promover una campaña de limpieza con más basura (calcos y bolsas) que seguramente irá a parar a la vía pública. Hay que concientizar y para eso con una calco que me recuerde ser limpio no alcanza.
Marcelo Acero, DNI 18.312.929
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