Se llevan cuatro CPU de un cíber abierto hace una semana

Ingresaron por una pequeña abertura. Apresaron a tres ladrones con el botín en el Cementerio de Disidentes

Hace sólo una semana que Cecilia Imbastari abrió un cíber y quiosco en el barrio Bella Vista y ya sufrió un atraco. Pero no fue un robo a mano armada. Ocurrió en la madrugada de ayer cuando el local estaba cerrado. Un vecino, testigo involuntario del ilícito, dio aviso a la policía, que un rato después atrapó a los ladrones cuando escondían cuatro CPU y mercadería detrás del Cementerio de Disidentes, en el oeste de la ciudad.

El cíber está en Lavalle 1971, tiene seis máquinas y en la parte delantera está ubicado el quiosco. A las 3.30 de ayer, el hermano de Cecilia cerró el negocio. Cerca de las 5, un muchacho volvía de bailar en su moto y le llamó la atención que una pequeña ventana del frente vidriado del comercio estuviera rota. Y al divisar a cuatro muchachos cargando las CPU en Lavalle e Ituzaingó no dudó: corrió a tocarles timbre a los dueños del cíber, que viven arriba del local.

"El muchacho se tuvo que ir porque (los ladrones) se le vinieron encima, entonces fue a hacer la denuncia a la comisaría 13ª. Creemos que en ese momento uno de los tipos todavía estaba adentro", contó ayer al mediodía Cecilia, quien cree que el ladrón debió tener una figura esmirriada para haber podido introducirse por la pequeña abertura por donde se despachan cigarrillos y golosinas. Pero no se explicaba cómo hizo para "pasar" las máquinas a sus socios. "Tratamos de hacer lo mismo y no pudimos", comparó.

Los intrusos fueron muy prolijos y sus movimientos no fueron escuchados. Tampoco ladró el perro del vecino de al lado. Los cacos también se llevaron casi todos los paquetes de cigarrillos y mercadería, pero no tocaron los 250 pesos que había en la caja. Algo curioso fue que el muchacho que entró al local demostró su gusto por juegos y golosinas infantiles. "Se llevaron cartas nuevas de Counter y chicles", contó Cecilia sorprendida.

Media hora después del robo, un móvil de la comisaría 13ª detuvo en Valparaíso entre Pasco e Ituzaingó a tres muchachos cuando intentaban esconder lo robado detrás de una de las paredes del Cementerio de Disidentes. Los uniformados encontraron las CPU y la mercadería guardada en una bolsa de nailon de color negro. Al parecer, el cuarto maleante logró escapar.

El titular de la seccional, Sergio Coronel, dijo que uno de los acusados es un adolescente de 17 años que escapó del instituto de menores de General Lagos. Los otros dos sospechosos fueron identificados como Facundo Ferreyra, de 20 años, y Ricardo Morel, de 29.

Cecilia fue alertada por un vecino sobre el robo en el cíber ayer por la madrugada.