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 sábado, 11 de septiembre de 2004

Consideran "apenas suficientes" las pruebas contra el policía federal Diego Parvluczyk
Caso Cabrera: piden que confirmen el procesamiento del oficial detenido
El fiscal de Cámaras dio por válido que entregaba a la víctima droga para vender, que los unía un lazo amoroso y que estuvo con ella casi a la hora del crimen. Pero admitió que las evidencias son contradictorias y débiles

El fiscal de Cámaras que interviene en la investigación del asesinato de Sandra Cabrera recomendó que se confirme el procesamiento por homicidio calificado del oficial de la Policía Federal que está preso desde mayo bajo tal acusación. Pero a pesar de ese pronunciamiento, el funcionario judicial reconoció que son "apenas suficientes" los elementos reunidos para procesarlo. Y dijo compartir parte de los planteos de la defensa sobre puntos débiles y contradicciones en las pruebas con las que el juez le dictó la prisión preventiva al policía.

El señalamiento del fiscal de Cámaras Guillermo Camporini aconseja la confirmación del procesamiento del oficial Diego Parvluczyk, dictado el 10 de junio pasado por el juez de Instrucción Carlos Carbone. Este magistrado había basado su resolución en declaraciones y elementos con los cuales acusó al policía de autor material de homicidio calificado por alevosía. Carbone había hilvanado una sucesión de indicios que consideró sólidos. Entre ellos destacaban la relación de amantes que mantuvieron el acusado y la víctima y el hecho de que se acreditó que ambos estuvieron juntos en la escena y a una hora cercana al crimen. También evaluó motivaciones probables a partir de lo señalado por dos grupos de testigos: varias compañeras de Cabrera que ejercían la prostitución y colegas de Parvluczyk que permitieron advertir gruesas irregularidades en la función de los federales en el control del tráfico de drogas en la zona donde ella tenía su parada.

Camporini dio por válida la línea investigativa que tiende a explicar el crimen en relación a la vinculación de Sandra Cabrera con efectivos de Drogas Peligrosas de la Policía Federal. Consideró que se había definido con certeza casi irrefutable que la líder de la agrupación de meretrices rosarinas actuaba "como informante y/o buchona" de esa delegación. Incluso avaló lo establecido sobre que la mujer "vendía sustancias estupefacientes" en la zona de la terminal de ómnibus. Y que eso explica el lazo de la víctima con miembros de la Policía Federal.

Carbone había señalado que estos policías entregaban "remanentes" de droga secuestrada en procedimientos para que la mujer los vendiera. En este sentido, según el planteo, Sandra obtenía esa posibilidad a cambio de información sobre sus clientes y otros vendedores, por lo que era "protegida" de esa repartición policial.

El abogado Carlos Varela, defensor del policía preso, dijo que su cliente fue acusado por descarte y pidió que revocaran su procesamiento. Argumentaba que si Cabrera era protegida de la Federal resultaba incomprensible por qué uno de sus miembros pudo querer asesinarla. Camporini admite que eso tiene coherencia pero también que por aquí -a raíz de algún entredicho entre Parvluczyk y Cabrera referido por testigos de la instrucción- pudo estar el móvil del crimen. El fiscal indica que, además del amoroso, entre ambos había otro vínculo: una relación comercial de tipo ilegal "en la cual se mueven sumas importantes de dinero", y que por ello es "harto probable que pudiera haber existido algún problema que degenerara" en el asesinato.

El juez Carbone había establecido que Parvluczyk no era el único federal que tuvo trato con la mujer asesinada: también involucró al que fuera su jefe (Alberto Lomonte) y a otros dos policías (Paredes e Isaac) como relacionados con ella. Pero Camporini destaca que el último que habría tenido relación con la víctima -"en horas de la madrugada del día que se produce su asesinato"- fue el oficial que está preso.

A entender del fiscal de Cámaras, tres elementos complican a Parvluczyk como a nadie: que fue él quien "aparentemente" le suministraba la droga a Sandra para la venta, el lazo afectiva entre ellos y la presencia y estancia -admitida por el oficial- en el lugar y día del suceso con la líder del gremio de meretrices rosarinas.

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Una marcha tras el crimen de la militante de Ammar.

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