| domingo, 22 de agosto de 2004 | La obesidad y el sobrepeso alcanzan a uno de cada cuatro niños rosarinos La relación es de uno de cada tres entre los sectores de mayores recursos. Una estadística reveladora Marcelo Castaños / La Capital La obesidad infantil golpea las puertas del sistema de salud local como una verdadera epidemia. Y no es para menos: uno de cada cuatro chicos rosarinos tiene problemas de sobrepeso, relación que asciende a uno de cada tres entre los de mayores recursos. La mala alimentación en general, el exceso de grasas en particular y el sedentarismo aparecen como las causantes más visibles, aunque todos los especialistas coinciden en que se trata de un problema complejo donde intervienen la forma de vida contemporánea y la problemática familiar.
Lo cierto es que muchos de estos chicos serán los que en poco tiempo más presenten problemas cardíacos, circulatorios y diabéticos. En palabras del pediatra nutricionista Humberto Fain (ver entrevista en página 4) el problema trasciende la cuestión estética y psicológica. "Diagnosticar y evitar la obesidad infantil es prevenir problemas en la edad adulta. La relación que existe entre obesidad y diabetes, hipercolesterolemia, arteriosclerosis e hipertensión arterial nos hace pensar que si trabajamos el problema en la niñez estaremos haciendo prevención en nuestra población para dentro de 40 años", afirma el profesional.
Los datos surgieron de una investigación simultánea y complementaria del censo de talla que se realizó el año pasado en la ciudad, que incluyó un muestreo de peso para la talla, relación fundamental para relevar la desnutrición aguda, la desnutrición crónica, el sobrepeso y la obesidad.
Y ahora que el tema del sobrepeso infantil está en la palestra y se presenta como una nueva pandemia mundial, funcionarios y especialistas vuelven la vista sobre este estudio.
El fenómeno no es nuevo ni privativo de la ciudad. Desde ya, investigaciones nacionales dan cuenta de que por cada niño desnutrido hay otros 93 obesos, y que el 30 % de los chicos argentinos está excedido de peso.
El mismo problema se advierte en otros lugares del mundo. Una recopilación de 13 trabajos comparativos de prevalencia de la obesidad en el tiempo realizados en 13 países mostraba un universo cada vez mayor de chicos excedidos de peso. Por ejemplo, la obesidad pasó del 1 al 6 % de la población infantil de niños de hasta 6 años entre 1985 y 1995 en Chile; del 2 al 7 % en chicos de hasta 7 años entre 1982 y 1996 en Costa Rica; del 3 al 9 % en Egipto en niños de hasta 5 años entre 1978 y 1995, y del 3 al 6 % en Brasil en chicos de 6 a 9 años entre 1974 y 1997. Esto la convierte en la enfermedad no infecciosa más prevalente en el mundo, por lo cual ha sido considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la epidemia del milenio.
La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por el incremento del porcentaje del tejido adiposo corporal, tal cual la definición que hizo la OMS en 1997. En el adulto, se puede medir a través de masa corporal (peso/talla al cuadrado), se considera sobrepeso cuando ese índice supera el 25, y obesidad cuando es de más de 30.
En los chicos, en cambio, como el crecimiento es distinto hay diferentes herramientas para medir estas variables. Una de ellas es la adecuación del peso para talla (peso/talla), que se coteja con una tabla de crecimiento (MCHS.CDC). Este fue el sistema que se utilizó en el estudio de la Municipalidad. No obstante existen otras herramientas, como el peso relativo y el mismo índice de masa corporal, que se puede usar a partir de los 6 años, aunque los resultados no se miden con los mismos parámetros usados para los adultos.
El estudio midió el índice "peso para la talla" en una muestra de 1.086 chicos que iniciaban su escolaridad en 49 divisiones distribuidas en escuelas públicas y privadas de las distintas zonas de la ciudad. Y los resultados fueron contundentes: 19,3% de chicos con sobrepeso y 8.8% con obesidad; total: 27,1%. Pero la relación ascendió al 33.2% (la tercera parte de la población) entre los chicos que asistían a escuelas privadas.
Mientras tanto, las chicas con sobrepeso superaron proporcionalmente a los varones, aunque esta diferencia (29,6% de las nenas y 26,6% de los nenes) no resulta significativa.
"El término correcto para hablar de los problemas nutricionales es el de la malnutrición, porque abarca todas las variables, como la desnutrición, el sobrepeso, la obesidad e incluso la falta de nutrientes esenciales", expresa Nora Redondo, coordinadora técnica de Servicios de Salud de la Municipalidad. "El tema de la malnutrición es muy complejo, intervienen factores culturales, vinculares, socioculturales, psicológicos, el mercado con toda la imposición de los productos chatarra, la vida sedentaria y la inactividad. Todos estos factores son importantes al hablar de la obesidad y el sobrepeso", explicó.
La alimentación, por supuesto, es fundamental, no tanto por un problema de cantidad, sino de calidad. "Lo que estamos viendo ahora es la ingesta exagerada de grasas", abunda Redondo, y coincide con Fain en que "el gran riesgo de la obesidad es que se trata de chicos que en pocos años tendrán altas probabilidades de sufrir enfermedades graves. Y esto nos preocupa mucho como sistema público de salud".
A su juicio, el abordaje del problema debe ser intersectorial, porque no es sólo una cuestión de salud pública. "Nosotros estamos trabajando con nuestros profesionales al lado de Promoción Social y su área de deportes, para que todos los chicos de todos los niveles sociales tengan acceso al ejercicio físico, porque en todos los sectores hay vida sedentaria. Es un problema cultural, una cuestión de enseñanza de qué es lo que se debe comer, y cómo se puede metabolizar", dice la funcionaria, convencida de que la obesidad infantil es, hoy por hoy, un problema de Estado. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |