| sábado, 12 de junio de 2004 | La nueva versión de la pelea por la tierra Se realizó el fororegional preparatoriodel Congreso de la Tierra organizado por FAA Para la Federación Agraria Argentina, el "veranito" del sector agropecuario no alcanza para ocultar la existencia de un proceso de expulsión de productores agropecuarios, que en menos de 20 años se cargó medio siglo de las luchas y avances legislativos generados a partir del grito de Alcorta.
"Costó cuarenta años generar 95 mil nuevos chacareros propietarios y en sólo 14 años, que van del censo agropecuario del 88 al del 2002, se cayeron casi cien mil productores", se escuchó en foro regional del uso y tenencia de la tierra realizado en el Patio de la Madera.
Más de 200 personas asistieron al encuentro, realizado bajo la consigna: "La tierra, para qué, para quiénes y para cuántos". La reunión, junto a las que se realizaron en el NEA, NOA, provincia de Buenos Aires y la Patagonia, formó parte de los encuentros previos al congreso latinoamericano sobre uso y tenencia de la tierra que se realizará los días 30 de junio y 1º de julio en el complejo Parque Norte de Capital Federal.
La idea es generar, a través de estas instancias de discusión, un estado de movilización que apoye el paquete de leyes que impulsa la entidad para "repoblar el campo con un millón de chacras". Esos proyectos incluyen una ley que limite la venta a extranjeros, la creación de un registro de propietarios, la regulación de los alquileres, la recreación de un órgano similar a la junta nacional de granos y la creación de un instituto de colonización.
"Las leyes tienen que salir de estos foros y no de los diputados", señaló Carlos Pailolle, director del distrito VI de Federación Agraria, para quien la problemática de acceso y tenencia de la tierra para los pequeños y medianos productores sigue vigente "a pesar de que se la quiere ningunear". Desde su punto de vista, la presencia masiva de asistentes a los foros previos al congreso, "aún con estos precios de la soja", es una muestra de la actualidad que tiene este tema.
Para el dirigente, la contradicción entre pequeños y medianos productores versus grandes terratenientes, no se diluyó con el paso de los años ni con los sucesivos cambios en el sector. Por el contrario, modificó su dinámica. "Hoy hay un movimiento de pinzas entre los grandes propietarios de la tierra y las grandes empresas capitalistas que toman en alquiler los campos de los pequeños productores, para quedarse con la renta del sector", dijo. Aunque se lamentó que el censo de 2002 "esconde las relaciones de propiedad, al no ser un censo catastral", enfatizó que la concentración de la producción agropecuaria se refleja en que "el 1,3% de los productores explota el 48% de la tierra".
En el foro rosarino, investigadores y dirigentes agropecuarios analizaron los cambios del sector en los 90. Silvia Cloquell, de la Facultad de Ciencias Agrarias, explicó que los primeros resultados conocidos del censo 2002 presentan "una gran centralización de la tierra, una disminución muy importante del número de explotaciones agropecuarias y, sobre todo, una disminución muy grande de las explotaciones en el estrato pequeño, los que van de cero a 200 hectáreas".
"Esto implica, por lo menos, una discusión acerca de quiénes son los que quedan en el sector agropecuario y qué características tiene el sector, ya que obviamente aparece como un escenario totalmente diferente al que aparecía por lo menos al del censo del 88", señaló. Explicó que la mayor parte de la tierra se centraliza ahora "por tenencia precaria, por toma de tierras en arrendamiento o aparcería y eso hace que se modifique la estructura social agraria". En ese sentido, destacó la importancia que adquirieron los contratos accidentales "fundamentalmente en la zona de la soja".
En este esquema, consideró un punto pendiente de investigación evaluar "cómo se reinsertan los cededores de tierra" en el sector. No hay datos censales, desde este punto de vista, que avalen cuantitativamente la hipótesis de que los productores que ceden sus campos se reciclen en otra actividad vinculada con los servicios. "En principio, los que pierden la tierra salen de la producción, sí se reinsertan los contratistas que toman la tierra de aquellos que la ceden".
Andrés Lazzarini, economista del Inta y docente de la UBA, destacó que la comparación de los censos 2002 y 88 arroja una caída de 87.600 explotaciones agropecuarias, con un aumento del 24% de la superficie promedio, de 421 a 524 hectáreas. Consideró que estos números hablan, al menos, de una concentración de la producción, que "es más profunda en la región pampeana", donde la superficie promedio se incrementó en un 35,7% y donde la disminución de explotaciones llegó a 54.500 unidades.
"La política de apertura y desregulación económica de principios de los 90 permitió la incorporación de paquetes tecnológicos en dólares, que muchos productores adquirieron a través de tomar deuda; cuando vino el desplome de los precios, muchos terminaron rematados, vendieron o cedieron sus campos en alquiler a grupos con fuerte disponibilidad de capital, que al aumentar la escala reducen costos y pueden negociar en una situación de privilegio", describió.
El caso fue reflejado por un productor de Pergamino que, durante el plenario realizado en el Patio de la Madera, admitió ser "un nuevo rentista" al alquilar su campo. "Terminé de pagar la deuda con el Banco Nación y no me quedó plata para sembrar, ¿alguien me puede decir cómo hago para producir sin un peso?", desafió a un colega que se quejó porque "por la presión de los pooles, muchos afiliados a la FAA se están transformando en rentistas".
Mario Fabbro, dirigente federado de Maciel, historió las luchas y la legislación que a partir del grito de Alcorta permitieron a 90 mil colonos acceder a la propiedad de la tierra, proceso que "comenzó a revertirse con la ley Raggio, que marcó el inicio del proceso de expulsión por el cual la estructura latifundista comenzó a reapropiarse de esas tierras". La apertura y la desregulación de la dictadura militar primero, y el menemismo después, consolidaron a su juicio ese retroceso. "Es mentira que en Argentina no hay más latifundios, hay 6.200 explotaciones que tienen el 52,8% de la tierra, en el 88 los productores de menos de 100 hectáreas eran el 3,8% del total y ahora son el 2,8%", se quejó y alertó que "hay 16 millones de hectáreas en manos de extranjeros, el anticipo de una segregación territorial".
La fuerte presencia de delegaciones del norte de Santa Fe le aportó un cariz diferencial al debate organizado por Federación Agraria. Representantes de la Comisión por la Tierra presentaron los resultados de un relevamiento realizado en los departamentos Vera, 9 de Julio, San Javier y General Obligado. Sobre 1.600 familias, sólo el 8% son propietarios que escrituraron sus tierras. El 46% vive en lotes fiscales, el 24% en predios de terceros y el 20% no tiene dueños. "En Santa Fe, quizás por la diferencia que existe al respecto en el sur, no hay conciencia del problema de acceso a la tierra, la posesión precaria impide desarrollar cualquier actividad productiva a largo plazo, no se pueden acceder a créditos para vivienda o mejoras, no se puede competir con los alquileres altos y se hacen muy costosos los trámites de escrituración y mensura", señaló un dirigente de la ONG de Villa Minetti.
Desde el fondo de los tiempos, una representante de la nación mocoví recordó a los pequeños productores de la pampa húmeda que "los aborígenes fuimos los primeros excluidos desde la formación de los Estados, por eso los apoyamos en esta lucha aunque a nosotros ya nos la sacaron, ustedes son los nuevos indios de América". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un panel de investigadores abrió el foro del encuentro. | | |