Dimitió el funcionario que dijo que Santa Fe no resiste una auditoría

El ahora ex subsecretario de Asuntos Legislativos dijo que fue sacado de contexto. Bronca en el Ejecutivo

Carlos Roberto Morán-Gustavo Orellano / La Capital

Abel Brunetti presentó ayer al gobernador Jorge Obeid su renuncia indeclinable como subsecretario de Asuntos Legislativos luego de haberse conocido declaraciones radiales en las que sostuvo, entre otras cosas, que estaba en el cargo para, llegado el caso, decirles a los diputados y senadores del oficialismo que "había que dejarse de joder" y aprobar las leyes que necesita el Ejecutivo. También afirmó que "pocas comunas resistirían auditorías" y que incluso tampoco lo haría la provincia.

No obstante haberse hecho cargo de sus dichos cuando estalló el escándalo, Brunetti se defendió argumentando que sus palabras habían sido "sacadas de contexto" y atribuyó las declaraciones -formuladas unos veinte días atrás- a una interna del peronismo de la localidad de Arteaga, de la que fue presidente comunal durante 14 años consecutivos y en la que reside (ver aparte).

El desde ayer ex funcionario había manifestado que fue elegido "por tener mucho sentido común y buena relación con las dos Cámaras" legislativas y recordó que, entre otros, ocuparon ese cargo el actual procurador del Tesoro nacional, Horacio Rosatti, y el titular de la Suprema Corte, Roberto Falistocco. "Yo no tengo título de abogado, pero de igual manera me llamaron", reforzó.

Brunetti armó gran revuelo con afirmaciones tales como que en Santa Fe, por haber muchos funcionarios que ganan bien, "existe prostitución de nivel", o que los periodistas de su zona hablan bien de los dirigentes "cuando se les paga" y que "hay que tenerlas bien puestas para manejarse y mantener una línea de conducta".

Las declaraciones de Brunetti generaron verdadera urticaria en el oficialismo, donde fueron objeto de variados análisis. Los dirigentes consultados, que prefirieron mantener el anonimato, admitieron el enojo del Ejecutivo y que el ahora ex funcionario "se fue de boca". A Brunetti no hubo necesidad de pedirle la renuncia, porque ayer manifestó que había elevado su dimisión "indeclinable, como es lo propio de una persona de bien" y para no generarle problemas al gobernador.

El ex senador por el departamento Caseros también había dicho que "de las 300 o más comunas (santafesinas) ninguna resiste una auditoría, porque siempre se cometen algunas desprolijidades". Y fue aún más lejos al considerar que "ni el gobierno provincial" está exento, "porque si te agarran con lo de la inundación hay unas desprolijidades tremendas".

No obstante, cuando fue consultado ayer por La Capital sobre estas últimas declaraciones, Brunetti sostuvo que "se había equivocado", porque esas desprolijidades no fueron tales dado que el gobierno provincial podía comprar sin llamados a licitación dada la vigencia de la ley de emergencia económica y que además en ese momento había que actuar con rapidez, dada la gravísima situación que vivían grandes sectores de la capital provincial por la inundación del Salado (ver aparte).

Brunetti intentó justificar al jefe comunal de Arteaga, Adrián Baccelli, quien rechazó un pedido de la oposición para someter a su administración a una auditoría externa. El insistente reclamo partió del representante de la minoría en la comisión de fomento, Sergio Protti, quien además pidió, sin éxito, la renuncia de Baccelli, como publicó oportunamente este diario. El ex funcionario provincial manifestó que de hacerse auditorías, éstas tendrían que ser ordenadas por el gobierno provincial, mientras que Protti reclama que las haga la Universidad Nacional de Rosario.


Sombras en Arteaga
El ahora ex subsecretario admitió ayer que la hasta ahora denegada auditoría también apunta a su gestión como presidente comunal de Arteaga ya que comprendería el período que va desde 1995 a la fecha. Es que Protti asegura que a partir de ese año comenzaron a producirse irregularidades administrativas como, por ejemplo, "haber tomado préstamos de particulares cuyas deudas están consignadas en el balance, pero no hay documentación que acredite tales operaciones".

Para defender su conducta, Brunetti afirmó que en su acción política fue "abierto para todo el mundo" y remarcó que cuando se desempeñó como presidente comunal posibilitó que el radicalismo "manejara casi todas las instituciones". Luego comparó su estilo de vida con la de otros legisladores y funcionarios provinciales. "Voy a cenar (a lo) de la Mimí o a la Sede (dos locales de Arteaga), no tengo mujeres (excepto mi señora), no tomo whisky", dijo quien es sus largas declaraciones para la FM de Arteaga insistió en que no temía que se investigara su vida privada.

Al hablar sobre los periodistas que presuntamente podrían avenirse a cobrar sobornos, Brunetti no dio nombres. Textualmente dijo: "Hay un programa donde me matan. Invito a los vecinos para que juntemos mil pesos, se lo mandemos, y juro por mis dos hijos que van a empezar a decir que soy un fenómeno. Como no seré candidato a nada, puedo hablar con tranquilidad, porque además no tengo nada que esconder".

También cuestionó a los arteaguenses que votaron por el actual senador Juan Carlos Bacalini, quien por escaso margen impidió que Brunetti fuera reelecto. "A la gente que no me votó, me criticó y ahora viene a pedirme una ayuda para lo chicos, que vayan al senador Bacalini ya que están contentos en tener un (legislador) de Casilda que nunca nos dará bolilla".

Hasta el cierre de esta edición, el gobierno provincial no había decidido quién reemplazará a Brunetti en ese cargo, fundamental para la relación fluida entre el Ejecutivo y la Legislatura.

Brunetti: "Hay que tenerlas bien puestas para manejarse y mantener una conducta".