| sábado, 05 de junio de 2004 | Indignación de dirigentes acusados El economista José Luis Espert amenazó ayer con recurrir a la Justicia por haber sido mencionado en las denuncias del gobierno sobre presuntos intentos desestabilizadores, y consideró esas imputaciones como una "injuria" y una "falta de respeto" en su contra.
"Yo no voy a aceptar que gente que tiene que rendirme a mí cuenta de los actos públicos, como es el gobierno de turno, se dedique a injuriar, a denigrar la opinión de gente que no opina como el gobierno", advirtió el especialista.
En su réplica contra el presidente Néstor Kirchner, Espert utilizó el mismo argumento de anteayer cuando se enteró de los cuestionamientos en su contra: "No sabía que estábamos en Cuba, donde uno opina distinto que el gobierno y ya quiere conspirar y queda en el paredón de los desestabilizadores de las instituciones del país".
Mauricio Macri, otro de los señalados como "conspiradores", dijo anoche que Kirchner "se quede tranquilo, que si hubiese un riesgo institucional yo seré el primero en estar al lado de él".
A través de un comunicado, Macri le pidió a Kirchner "que gobierne, que la única salida que tiene la Argentina es la gestión, que no se deje llenar la cabeza con teorías conspirativas".
Según el titular de Compromiso por el Cambio, el presidente "primero dijo que hubo una conspiración en el Regimiento, después un complot de economistas y por último una acusación a la oposición por pensar distinto. Se ve que no escuchó o no entendió el mensaje del cardenal (Jorge) Bergoglio".
"Además, es descabellado atacar a la misma persona (por el fiscal Carlos Stornelli) que hace dos años para el presidente era un héroe por haber acusado a (Carlos) Menem de que ahora encabece una conspiración desde el menemismo", añadió Macri.
Ricardo López Murphy, también involucrado en la teoría conspirativa de Kirchner, opinó ayer que el gobierno no puede pensar que "las personas que no coinciden con él están en una actitud delictiva". En ese sentido, consideró "de un autoritarismo inconcebible" las declaraciones del presidente sobre la existencia de intentos desestabilizadores.
Manifestó su "asombro y preocupación" porque, según su criterio, esta actitud del gobierno "crea un clima de amenazas a los que se atreven a manifestar una diferente visión".
"La idea del delito de opinión es, quizás, la más grave de las características de las restricciones de las libertades", enfatizó. enviar nota por e-mail | | |