| miércoles, 02 de junio de 2004 | Eliminatorias: Argentina visita a Brasil Es, por lejos, el partido más convocante, más marketinero y más esperado de las eliminatorias.
De un lado, Brasil, el pentacampeón mundial, con todo lo que ello significa. Y del otro, la Argentina, deseosa de seguir en lo alto del camino hacia Alemania 2006 y con una chance inmejorable para intentar recomponer su relación con la gente, ajada tras el prematuro derrape en el Mundial pasado.
El clásico se jugará hoy a las 21.45 en el estadio Mineirao de esta ciudad con el arbitraje del colombiano Oscar Ruiz y, dicen por aquí, con un clima de fiesta propio de las grandes jornadas.
La Confederación Brasileña de Fútbol decidió mudar la localía aquí debido a que el público de Belo Horizonte es considerado mucho más tranquilo que el de Río Janeiro y San Pablo, impaciente como pocos cuando al Scratch no le salen bien las cosas.
Los dos llegan invictos a esta 6ª fecha, pero con antecedentes disímiles: mientras la Argentina le ganó 1-0 a Ecuador como local en su anterior presentación en las Eliminatorias, el 30 de marzo, Brasil igualó sus últimos tres partidos, lo que despertó cierta intranquilidad entre su gente.
Ambos equipos tendrán bajas sensibles. Por el lado de Argentina no estará el capitán Roberto Ayala, quien está suspendido y volverá a la titularidad el próximo domingo ante Paraguay en el Monumental, ni el lesionado Andrés D'Alessandro.
Además, Bielsa no convocó a Juan Sebastián Verón, Matías Almeyda y Esteban Cambiasso, afectados por distintas dolencias, y Juan Román Riquelme fue desafectado a causa de la lesión que arrastra en el pubis.
La baja de Ayala obligará a Samuel a correrse a la posición de último hombre, mientras que Facundo Quiroga será el stopper por la derecha y Gabriel Heinze, por la izquierda.
El puesto de volante central será ocupado por Javier Mascherano, de apenas 19 años pero con un futuro enorme por despliegue, capacidad para recuperar la pelota, simpleza para jugar y mentalidad ganadora. Mascherano tendrá a sus costados a Javier Zanetti y Juan Pablo Sorín.
De mitad de cancha hacia adelante, Bielsa apostaría por el poder de desequilibrio de un Pablo Aimar que está en duda y lejos de su plenitud física en el rol de enlace, y por César Delgado, Hernán Crespo y Cristian González.
Además de buscar lastimar por las puntas, Delgado y González tendrán la misión de controlar las habituales proyecciones de Roberto Carlos y Cafú por izquierda y derecha, respectivamente.
Pese a la significativa ausencia del desgarrado Ronaldinho, a la que se le sumó la del marcador central Luisao, Brasil mete miedo con solo repasar sus nombres.
Su poderío ofensivo, con Kaká como enlace, y Ronaldo y Luis Fabiano, el goleador del San Pablo, allá adelante, resulta cuanto menos difícil de equiparar.
En la defensa, el reemplazante de Luisao será Juan, quien supo formar dupla central con el experimentado pero desprolijo Roque Junior en muchas otras batallas complicadas.
Argentina intentará contrarrestar el juego ofensivo de los locales redoblando la apuesta: según el propio Marcelo Bielsa, la idea es salir a presionar a Brasil en su propio campo. (DyN) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los jugadores esperan las instrucciones de Bielsa. | | |