| domingo, 11 de abril de 2004 | Los comerciantes aseguran que pierden dinero y clientes Todos dicen respetar la normativa y no vender alcohol después de las 23, pero al mismo tiempo dejan caer una catarata de quejas. Es que para los comerciantes rosarinos la ley seca no sólo les genera pérdidas económicas, sino también de clientes. Es más, algunos directamente cierran cuando llega la hora de la veda.
Verónica atiende un maxiquiosco en Entre Ríos al 400 y dice que los fines de semana la norma le produce "importantes" pérdidas. "Antes abría hasta las 2 de la mañana, ahora ya no tiene sentido. Desde que está la ley seca, un viernes a la noche vendo hasta 200 pesos menos que antes", se quejó.
A pocos metros de allí, en Urquiza al 1300, Julieta tiene un salón de ventas que está abierto las 24 horas. Para la joven la pérdida de clientes es "lo peor" porque "la gente del barrio que antes compraba se ofendió y no viene más. ¿Cómo explicás que la norma es para todos?", se preguntó.
Elio trabaja en un bar americano en Corrientes y Urquiza, y aseguró que "los pibes insisten en tomar afuera del local. Cuando les decís que no se puede, se enojan y se van", remarcó.
Para Eduardo lo más importante no son los "cerca de 50 pesos" de pérdida que le implica la norma, sino enfrentarse a algunos clientes que llegan alcoholizados y se enojan ante la negativa. Es que este bar americano funciona en Corrientes al 500, a pocos metros de un local bailable. "Ya vienen borrachos y quieren que les pongas un poco de cerveza en un vaso, pero no se puede. Te insultan, es una situación horrible", relató el joven. enviar nota por e-mail | | |