| domingo, 11 de abril de 2004 | En 30 días sólo se detectaron 5 locales vendiendo alcohol después de las 23 La ley seca cumplió un mes en vigencia y se respeta casi a rajatabla Para el titular de Inspección, los montos de las multas son "importantes" y eso ayuda a lograr el acatamiento A un mes de que entró en vigencia la ley seca, los comerciantes rosarinos parecen respetarla a rajatabla. Es que de los más de 1.800 comercios verificados por el personal de la Dirección de Inspección de la Municipalidad durante estos 30 días, sólo en cinco locales se detectó la venta de bebidas alcohólicas después de las 23. El director de esa repartición, Claudio Canalis, no sólo evaluó como "positiva" la puesta en marcha de la normativa, sino que además aseguró que "el acatamiento es casi total".
Desde hace un mes en Rosario está prohibida la venta de alcohol entre las 23 y las 8 en los locales polirubros como maxiquioscos, salones de venta y minimercados. Si bien la iniciativa se aprobó en el Concejo Municipal con un amplio consenso, antes de su implementación tuvo que sortear un sinnúmero de quejas de comerciantes que aseguraban que sus ventas se verían afectadas.
Actualmente son entre 50 y 60 los inspectores que recorren los comercios de la ciudad. En estos 30 días los agentes visitaron 1.865 locales y detectaron que en cinco maxiquioscos se estaba vendiendo alcohol después de las 23 violando la normativa.
"Este resultado indica que el acatamiento es casi absoluto porque hablar de cinco locales en infracción es una cifra ínfima. Esto se debe a que las multas de mil pesos representan un monto importante para estos comercios", aseguró el titular de Inspección.
Es más, en caso de reincidir, los comerciantes no sólo verán clausurado su local, sino que el monto de la multa aumentará. Y a la tercera infracción que se detecte el negocio quedará clausurado definitivamente.
Pero claro que cualquiera que recorra las calles por la noche se seguirá encontrando con jóvenes tomando alcohol en la vía pública. Es por eso que Canalis aclaró que "seguramente hay comercios que están infringiendo la norma y que aún no fueron detectados", pero también advirtió: "Los chicos le buscaron la vuelta porque vimos autos donde llevaban heladeras portátiles cargadas con botellas de cerveza".
Las zonas cercanas a los boliches y el macrocentro de la ciudad son las más controladas. Y en algunos casos los inspectores se presentaron de incógnito para ver qué actitud tomaban los comerciantes.
"Siempre que el personal se presentó como cliente no les vendieron alcohol, eso habla del buen nivel de cumplimiento. Y se elige el centro y la zona de boliches porque son los lugares de mayor concurrencia, donde los jóvenes se juntan a tomar", consideró el funcionario.
Pero los inspectores se sorprendieron al ver que la mayoría de los comercios incumplía con otras normas. En rigor, de los más de 1.800 inspeccionados sólo 313 estaban trabajando en regla: 95 no tenían habilitación y fueron intimados a suspender sus actividades hasta tanto regularizaran su situación, otros no tenían al día el pago de la tasa de Derecho de Registración e Inspección (Drei) y otro grupo no contaba con la libreta sanitaria en el caso de locales donde se manipulan comestibles.
Lo cierto es que la puesta en marcha de la ley seca generó algunos cambios tanto entre los comerciantes como entre los clientes. Una de estas modificaciones es que hay locales que fueron reformados y solicitaron el cambio de rubro a la Municipalidad.
Pero además, para Canalis la ordenanza significó "la vuelta al bar", porque "antes no tenían concurrencia y ahora están llenos de gente". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los comerciantes hacen cumplir la ley seca. | | |