Historial: Un duelo desigual entre ricos y pobres

Los porteños llevan una gran ventaja en los enfrentamientos

El historial entre los seleccionados de Rosario y los de Buenos Aires es uno de los más ricos. Desde la iniciación misma del torneo, allá por 1945, distintos equipos se vieron las caras con asiduidad. Al comienzo de este campeonato Buenos Aires se presentaba dividido en dos formaciones: una se llamaba Capital y la otra Provincia.

Con Capital, Rosario se enfrentó cinco veces con todos triunfos porteños, mientras que con Provincia lo hizo en cuatro oportunidades y tampoco cosechó triunfo alguno.

Paradójicamente, cuando Capital y Provincia se unificaron y formaron un solo equipo, en 1961, Rosario alcanzó su primera victoria en el historial. El 18 de agosto de ese año, en la cancha del CASI, enarbolando la bandera del tackle por sobre todas las cosas Rosario se impuso 11 a 3 y dejó fuera de competencia al conjunto porteño, posibilitando que por primera vez en la historia que dos uniones del interior aspiraran al campeonato (finalmente el campeón argentino fue Mar del Plata).

El segundo triunfo rosarino se registró cuatro años después. Fue nada menos que en el partido decisivo del Campeonato Argentino de 1965. Capricho del destino, el escenario fue también la cancha del CASI. Allí, el 3 de octubre de ese año, Rosario se impuso 8 a 6 y se coronó por primera y única vez en su historia como campeón argentino.

Pasaron muchos años para que Rosario volviera a conseguir una victoria sobre su par bonaerense. Los dos siguientes triunfos los consiguió en 1989 por 54-31 y en 1993, por 24-16. La última vez que los rosarinos festejaron fue en 2001 cuando en la cancha de Jockey Club Rosario se impuso 26-20.

Un año después, el 2 de marzo de 2002, en cancha de La Plata Rugby, Rosario y Buenos Aires empataron 21-21 estableciendo el segundo empate en el historial. El primero se había registrado en abril de 1994 cuando empataron 25-25.

Estos dos seleccionados fueron permanentemente protagonistas de los campeonatos Argentinos. A Buenos Aires lo avalan los números, los títulos y su superioridad estructural y económica. A Rosario le dan crédito su potencial estilístico y su histórica riqueza técnica. Hoy habrá otro interesante capítulo de esta historia.