La artista llegó a la Argentina para cantar gratis

Chavela Vargas: "Conseguí la paz sin pastillas porque no creo en psiquiatras"

La intérprete, que actuará pasado mañana en el Luna Park, desmintió que sea su última visita al país

La cantante mexicana Chavela Vargas, voz central del cancionero latinoamericano, arribó ayer a la Argentina para brindar un recital gratuito pasado mañana en el Luna Park, cuyas entradas ya se agotaron. Locuaz y amable, Vargas calificó a los argentinos como "personas que nacen con la nostalgia enredada en los pies".

En una conferencia de prensa plagada de preguntas grandilocuentes, Vargas se las ingenió para darles su sello propio a las respuestas, cambiando en parte su postura rebelde y provocativa de años atrás por otra más sosegada, adquirida con los años y en la que siempre sobresalió un mensaje de paz.

"Yo voy por el mundo llevando un mensaje de paz, pero de paz con dignidad. Amo la vida dulce, en paz; no soy política porque no sé de eso y lo que digo lo digo desde mí", aseguró la cantante conocida en todo el mundo por el aire de profundo dolor que supo impregnarle al cancionero de su país adoptivo, su hondo gesto dramático y la textura de su voz.

"Conseguí la paz sin pastillas, no creo en los psiquiatras ni nada de eso, yo me curé conmigo", aseguró la cantante, que grabó cerca de 80 discos con los más diversos artistas y que conmovió al Olimpia de París y al Carnegie Hall de Nueva York.

Chavela Vargas, que comentó que recientemente fue nombrada chamán por los indios huicholes de Veracruz, donde reside y que tiene poderes curativos, afirmó que el cancionero del continente tiene un "dejo de nostalgia".

"Toda la música de América latina, igual que el flamenco, tiene un dejo de nostalgia, de pleito, de soledad, de abandono y de amor y para mí no hay lamento más bello que el tango", afirmó Chavela, quien contó haber conocido a Carlos Gardel en Nueva York en un estudio de grabación de la RCA Víctor.

"El no ha muerto, sencillamente detuvo sus pasos elegantes", aseguró poéticamente la Vargas sobre el mayor intérprete de la música ciudadana.

Vargas aprovechó también para reconocer que tuvo "un tiempo de borracha perdida" y que su vida es "un rosario de alegrías y penas", pero remarcó también los daños que provoca la bebida.

"Al principio el alcohol es muy bonito, te quita temores, pero luego te vuelve ordinario, repetitivo. Se transforma en la peor puerta de la vida", afirmó.

La cantante, que hizo inmortales temas como "Llorona", "Volver, volver" y "La macorina", del compositor mexicano José Alfredo Jiménez, desmintió que la del lunes fuera su actuación de despedida del público argentino, como había sido promovido el show.

"Estoy muy feliz de estar acá pero todavía no me voy del canto. Mientras la voz me lo permita voy a seguir cantando", aseguró Vargas, que interrogada acerca de si piensa que sería recordada después de muerta, contestó que "sí". "Creo que sí, que me van a recordar, quizás en alguna lágrima perdida, pero sobre todo deseo que me recuerden como soy", dijo.

Chavela contó que una tribu cerca de donde vive en México la nombró chamán.