Acusa a la Nación de frenar la organización del encuentro de la lengua

Lifschitz dice que en dos meses sólo se hizo el logo del Congreso

Niega que el municipio esté "dormido en los laureles", tal como señaló el cónsul de España en Rosario

Carla Rizzotto / La Capital

El intendente Miguel Lifschitz negó ayer que el municipio esté "dormido en los laureles", tal como señaló el cónsul de España en Rosario, Juan Ignacio Alvarez Gortari Ramos, para cuestionar la lentitud en la organización del III Congreso Internacional de la Lengua Española. El intendente descargó la responsabilidad en el gobierno nacional al acusarlo de no tener "todavía definidas cuestiones fundamentales" para garantizar el éxito del megaevento, que se desarrollará entre el 17 y 20 de noviembre próximos. De hecho, en el momento de enumerar lo que ya está resuelto, Lifschitz dijo irónicamente: "En dos meses sólo se hizo el logo".

Luego de presentar para toda la comunidad las actividades culturales que se llevarán adelante en el marco del congreso (ver recuadro), Lifschitz salió al cruce de las declaraciones del cónsul español, quien acusó a la Nación, la provincia y el municipio (organizadores del evento) de estar "un poquito dormidos en los laureles".

Fue el representante del municipio en el comité organizador del Congreso de la Lengua, Marcelo Romeu, el más duro a la hora de responderle al diplomático español. "No hay un análisis muy profundo del tema por parte de alguna gente. Habría que pedirles a esas personas que expliquen el porqué de sus dichos", soltó Romeu.

El intendente, quien ayer se mostró tenso porque nota que la organización del evento no avanza como debiera, no quiso entrar en polémica con el cónsul. Prefirió apuntar todos los dardos contra el gobierno nacional: "Todavía no están las invitaciones, las reservas de los pasajes, los centros de prensa, de comunicación y la logística. Todo eso está a cargo de la Nación", disparó.

Es más, según Lifschitz, esos retrasos son casi insignificantes si se tiene en cuenta que todavía no se designó la empresa que se encargará de la organización del evento. En este sentido, la secretaria de Cultura de la Municipalidad, Marina Naranjo, fue clara: "Supuestamente la semana que viene se define la firma. Pero por más que se elija, sin dinero no se puede hacer nada", manifestó.

De esta manera, la funcionaria municipal recordó que pese a los anuncios aún no se abrió la cuenta bancaria para administrar el dinero que se gastará en el encuentro. Y reiteró que hasta ahora el gobierno nacional sólo se comprometió a destinar 100 mil pesos para el megaevento, que costará unos 6 millones de pesos.

Es que la Nación confía en que las empresas españolas con fuerte presencia en Argentina, como Repsol y Telefónica, sean las principales patrocinantes del congreso. Por lo tanto, esperan que donen la mayor parte de los recursos necesarios para garantizar la realización del encuentro.

Para Naranjo, ese compromiso debería correr por cuenta del Estado nacional. "Apelar a los sponsors me parece muy pobre. Tendría que haber un dinero ya estipulado para la organización. Estamos muy preocupados porque nos gustaría que todo estuviera marchando con más resultados. Esto es más que un dolor de cabeza, porque si el congreso sale mal vamos a quedar muy mal parados todos nosotros", se quejó Naranjo.

No sólo la secretaria de Cultura está preocupada por los inconvenientes en la organización del evento. El mismo intendente admitió estar "tenso porque si las cosas salen bien va a ser muy bueno para Rosario, pero si hay fallas vamos a cargar con toda la responsabilidad, aunque no la tengamos completamente", señaló.

El reclamo que hizo ayer el intendente es exactamente el mismo que viene sosteniendo desde hace más de dos meses. El 22 de enero pasado, Lifschitz ya había mostrado su preocupación porque el gobierno nacional no le daba al evento "la importancia que se merece".

Si bien ayer no usó las mismas palabras, el reclamo fue casi exacto: "Un encuentro de estas características necesita otro nivel de organización y de apoyo económico, no el que está teniendo", insistió.

-En los dos últimos meses, ¿avanzó en algo la organización?

-Y... ya tenemos el logo (se sonrió).

-¿El municipio no debería hacer autocrítica por la demora?

-Siempre se pueden hacer autocríticas, pero hay actividades que están fuera del alcance del municipio y estamos sujetos a decisiones que no tomamos nosotros precisamente.

-¿Se llegará a tiempo con la organización del Congreso de la Lengua?

-Vamos a terminar de armar todo cinco minutos antes, pero creo que va a ser exitoso.

"Un encuentro como este necesita otro nivel de organización".