El ministro de Gobierno insiste con aumentar el inmobiliario uno o dos pesos

Comerciantes y vecinalistas se oponen a un aporte extra para reforzar la seguridad

La desconfianza en la policía y la Justicia es el argumento más esgrimido. Exigen que eliminen la corrupción

Isolda Baraldi / La Capital

La propuesta del ministro de Gobierno provincial, Roberto Rosúa, de aumentar el impuesto inmobiliario para solventar el nuevo plan de seguridad que pretende implementar cosechó más detractores que adeptos. Sectores empresarios se pronunciaron con un rotundo no a la iniciativa, y desde las vecinales dudaron que el proyecto llegue a buen puerto. "La gente tiene muchas dudas con estos aumentos especiales que después no se sabe adónde van", dijeron desde ambos sectores.

El gobierno ya anunció el domingo que parte del plan de seguridad que se verá en los próximos días estará centrado en la creación de la llamada Patrulla Urbana dentro de la policía, que tendrá como objetivo recorrer permanentemente la ciudad para prevenir el delito. Pero anteayer, Rosúa disparó la polémica al anunciar un proyecto para financiar este plan.

El presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, Elías Soso, sugirió que antes de tocar el impuesto inmobiliario urbano se examinen los rurales. "Los urbanos ya han sido tocados con los revalúos, pero me parece que los rurales no y que están muy bajos. Si tiene que haber aumentos debería analizarse bien todo", opinó.

Sin embargo, se mostró cauteloso a la hora de explayarse sobre la propuesta del ministro. "Vamos a pedirle una audiencia para interiorizarnos sobre los proyectos. Después nos expediremos", se excusó Soso.

Juan José Sisca, presidente de Apyme, desestimó sin dudar la iniciativa. "El problema de la inseguridad no es presupuestario. Acá hay que analizar las causas: el problema de la desocupación y la falta de trabajo, y la corrupción de la fuerza de seguridad y en la Justicia", disparó.

Según el dirigente, en la Argentina de los últimos meses el Estado tuvo recaudaciones récord. "Plata hay para dotar a la policía y a la Justicia, el problema es otro, hay que atacar de cuajo la corrupción que permite el avance de la inseguridad", abundó.

Juan Milito, presidente de la Unión de Almaceneros, se expresó con argumentos similares, aunque menos categóricos. "En primer lugar, hay que hablar de profundas reformas, tanto de la policía como del Poder Judicial", expresó. Para Milito, el de la inseguridad es un debate pendiente de la sociedad. "Hay que pensar bien por qué hay tantos pibes en la calle, la mayoría con los padres desocupados, que ahora se convirtieron en delincuentes", opinó.

Otra cuestión que argumentó Milito es la falta de incentivos para que la gente, sobre todo joven, se inserte en el mercado laboral. "Cualquier pibe prefiere vender drogas antes que trabajar ocho o diez horas por 200 pesos. Y esto lo debemos pensar como sociedad", recomendó.

El presidente de la vecinal Florida Norte, Juan Carlos Giaccobe, se mostró en contra de incrementar los impuestos, aunque aclaró que su opinión no era la de toda la entidad. "En lo primero que piensan en es un aumento, y no me parece bien. Primero tendría que saber qué presupuesto hay para seguridad y cómo se gasta, y cuánto se destina a Rosario", reflexionó, aunque expresó su conformidad de que se les suba el salario a algunos policía. "Estaría de acuerdo si les aumentan a los que ganan 400 pesos, pero no a los comisarios", aclaró.

Liliana Gómez, secretaria de la vecinal Alberdi Oeste, dijo que los vecinos del barrio mayoritariamente repudiaron la iniciativa. "La gente tiene muchas dudas y ahora es difícil creer", apuntó. En la comisión directiva de la entidad sólo una minoría estuvo de acuerdo con el proyecto provincial. "Si verdaderamente ayuda a mejorar la seguridad se hace un esfuerzo y se paga un peso, pero la desconfianza es lo que tenemos todos", abundó.