| miércoles, 10 de marzo de 2004 | Deben definir si un magistrado recibió una dádiva Es Ricardo Dutto. Aceptó hormas de queso que le regaló una persona que tramitaba un litigio en su juzgado Un juez penal deberá pronunciarse sobre la conducta de otro magistrado de los Tribunales rosarinos y resolver en un veredicto si, al recibir un regalo, su colega incurrió o no en el delito de admitir dádivas, que se castiga con penas de prisión de un mes a dos años e inhabilitación absoluta para ejercer el cargo por seis años. Así lo resolvió la Cámara Penal de Rosario al revocar una resolución que si bien daba por cierta la recepción de un presente por parte del juez cuestionado, concluía que este no había cometido delito alguno.
La resolución de la Sala IV de la Cámara Penal obligará al juez de Instrucción Adolfo Prunotto Laborde a producir un nuevo pronunciamiento sobre la actitud de su colega Ricardo José Dutto, miembro de un Tribunal Colegiado de Familia de los Tribunales locales. Dutto había sido acusado de cohecho por un fiscal, pero Prunotto le dictó la falta de mérito al considerar que si bien recibió como regalo unas hormas de queso, no fue porque él se lo exigiera a la persona que se los entregó.
Sin embargo, la Cámara cree que aún si el sujeto que entregó los quesos lo hizo voluntariamente, Dutto pudo haber incurrido en una conducta sancionada por el Código Penal. Para establecerlo, el tribunal de segunda instancia habilitó a Prunotto a investigar el episodio e incluso a ampliar las declaraciones que ya prestaron el juez y el hombre que le regaló los quesos.
El caso se inició el año pasado, cuando un fabricante de quesos denunció que Dutto le había pedido algunas hormas como exigencia previa para favorecerlo en un juicio que tramita el magistrado. Se trata de Carlos Eduardo José Petrin, quien se divorció y pidió a Dutto que le diera la tenencia de sus hijas.
Fue el apoderado de Petrin quien denunció ante el fiscal Ismael Manfrin el supuesto pedido de Dutto para que le regalara unos quesos. Petrin admitió haberle entregado algunas piezas y dijo que lo hizo porque temía que en caso de no hacerlo, el juez lo perjudicara al fallar sobre la tenencia de las nenas.
La denuncia disparó una pesquisa que incluyó escuchas telefónicas y un procedimiento de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la policía en el despacho del magistrado, donde se encontraron algunos quesos.
Sin embargo, en las conversaciones entre Dutto y Petrin no hay ninguna exigencia del juez al fabricante de quesos sino todo lo contrario: es éste quien aparece interesado en hacer probar al magistrado sus productos, algo que finalmente ocurrió más allá de la incomodidad que parece reflejar Dutto en esas conversaciones por la insistencia de su interlocutor.
Luego de analizar esas escuchas y otras evidencias, Prunotto consideró acreditado que el juez recibió los quesos pero consideró que no hubo en ello una actitud delictiva. Sin embargo Manfrin apeló y luego el fiscal de Cámaras José María Peña pidió que Dutto y Petrin fueran imputados de cohecho.
Ahora los camaristas Rubén Jukic, Guillermo Fierro y Antonio Paolicelli decidieron descartar la consumación de ese delito, pero no cerraron la posibilidad de que el juez haya incurrido en la recepción de una dádiva entregada en consideración del rol que debía jugar en el litigio sobre la tenencia de las hijas de Petrin.
Formalmente, esto implica que ahora Prunotto deberá volver a dictar una resolución, donde deberá establecer si a su juicio hubo o no admisión indebida de un regalo por parte del magistrado. Tiene tres posibilidades: descartarlo, dictar falta de mérito y continuar la pesquisa, o darlo por hecho. Cualquiera de las tres opciones podrá luego ser apelada por las partes. enviar nota por e-mail | | |