| miércoles, 10 de marzo de 2004 | Belgrano y la bandera nacional II El 27 de Febrero del año 1812, el general Manuel Belgrano creó la bandera nacional celeste y blanca, luego procedió a enarbolarla en las barrancas del río Paraná, frente al pueblo y ejército. A las seis de la tarde, en emotiva formación, la hizo jurar...."decid conmigo ¡viva la patria!, así, con este gesto coronó la jornada fundacional. En estos días recordemos a este abogado, militar, periodista, estadista, hijo de un ligur y de una madre criolla, y repasemos su inconmensurable labor desplegada por este ilustre patricio de sangre itálica y coraje criollo, quien se preocupó por la educación del pueblo, su progreso material y económico, y mostró desvelo por mejorar las condiciones sociales y civiles de los naturales del país. Entonces, decía en su reglamento para los naturales de Misiones: "..cuidado y buen trato, que se les enseñe a comerciar, respetar sus productos y elevarlos a la dignidad de personas, antes que tenerlos como esclavos". Una reflexión muy seria merece el magnánimo gesto de donar los 40.000 pesos fuertes (para construir cuatro escuelas) que le otorgó el Gobierno nacional por su acción en Tucumán y Salta. Próximo a entregar su alma al Señor, vencido su organismo por la hidropesía, canceló su deuda con el médico de cabecera, por no tener dinero disponible, entregándole su reloj de oro. El conjunto de su obra lo catapultan como uno de los principales gestores de la unidad política, institucional y territorial de la Argentina. No pensó en aumentar su riqueza personal, en los diez años de la actividad pública, pero sí predicó al unísono con su palabra y con su ejemplo. Invito, como ciudadano y miembro del Instituto Belgraniano de Rosario a embanderar su casa, su negocio y si ve una bandera desteñida o deteriorada en algún edificio público o privado pase e invite a cambiarla por una nueva. De esa forma la bandera argentina no será solamente vista en las escuelas, en los actos patrios, o en las películas. Si así procede, será un testimonio de buena onda, de búsqueda del bien común, en estos tiempos nuevos de la Argentina.
Licenciado Luis Angel Maggi
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