| sábado, 06 de marzo de 2004 | El artista presenta un show íntimo esta noche en el teatro Broadway Jon Anderson: "La influencia del rock progresivo puede verse en todas las músicas" El cantante de Yes aseguró que en los setenta los músicos intentaban satisfacer su necesidad de experimentar Ricardo Luque / La Capital Jon Anderson, la voz del grupo Yes, cumplirá esta noche, a partir de las 21, la segunda fecha de la escala argentina del "Work in Progress Tour", en el teatro Broadway, San Lorenzo 1223. En diálogo con La Capital, el cantante adelantó que no sólo tocará temas que grabó como solista sino que repasará los éxitos de la legendaria banda británica y también los títulos más populares que compuso junto a Vangelis. "Será un show único, en el que voy a repasar mi carrera y mi vida, que ha sido muy larga", adelantó el músico.
-Después de cantar en una banda como Yes, ¿se siente cómodo estando solo en el escenario?
-La primera vez que presente este show lo hice en Nueva York y debo admitir que estaba un poco nervioso porque no sabía cómo me iba a sentir cantando solo. Fue una experiencia excelente, que disfruté mucho y el público también. Creo que para que todo saliera bien ayudaron mucho los temas que elegí cantar. "Long Distance Round Around" y "You and Me" son temas que la gente siempre quiere escuchar y eso hace que se cree una conexión con el público muy buena.
-Desde que a comienzos de los 60 tomó la decisión de dedicarte a la música en forma profesional su carrera se desarrolló en diferentes direcciones. ¿Cómo describirías esa búsqueda?
-A lo largo de todos estos años hice cosas muy diferentes, algunas me gustaron más que otras, pero no reniego de ninguna. Tuve la bendición de cantar en Yes y disfrutar del éxito y del enorme trabajo que demandaba estar en la banda, también toqué con músicos talentosos como Vangelis y grabé discos solistas de los que me siento muy orgulloso. Ahora me embarqué en el proyecto de componer música sinfónica, lo que abre mis horizontes a un campo en el que no había experimentado.
-Ya tocó varias veces en la Argentina, ¿qué le gusta del país?
-Lo más importante para mí cuando salgo de gira es apreciar la diversidad de los lugares a los que voy a tocar. Ir a a tocar a la Argentina, como a Francia, es para mí una experiencia muy enriquecedora porque me permite ponerme en contacto con historias que de otra manera no tendría la oportunidad de conocer. Con mi mujer, Jane, nos gusta mucho disfrutar de la naturaleza y, en ese sentido, la Argentina es un país excepcional. En cuanto a la música, a mí me gusta mucho el tango y Buenos Aires es una ciudad donde se puede disfrutar escuchándolo y viéndolo bailar también. Soy también un gran fan del fútbol desde chico, me apasiona, y cada vez que viajo a la Argentina recuerdo el mundial que se jugó ahí y que disfruté siguiéndolo por televisión. El tango, el fútbol y la gente hacen que para mí visitar el país sea muy excitante.
-¿Su pasión por el fútbol es tan fuerte como lo es en general la de la mayoría de los ingleses?
-Sí, por supuesto. Podría haber sido jugador de fútbol. Mi historia es maravillosa. En el pueblo donde nací, Accrington, se creó la primera liga de fútbol con equipos de once jugadores en 1875 y, por lo tanto, siempre hubo una tradición por el deporte. A la vuelta de la esquina de la casa donde vivía con mis padres estaba el campo de juego del club y cuando era chico alcanzaba la pelota a los jugadores y les limpiaba los botines sólo para poder ver los partidos. Cuando tenía 11 años era un muy buen jugador y me hubiera gustado poder jugar como profesional, pero desafortunadamente la liga quebró y abandonaron el fútbol.
-¿Cuál es su balance después de ser parte de una banda de rock como Yes?
-Creo, ante todo, que tuvimos mucha suerte. Fue una experiencia maravillosa, una locura, que disfrutamos mucho y también en algún momento fue una carga muy pesada. Pero en el momento en que la banda estaba en la cresta de la ola nunca dudé de que lo que estábamos viviendo era único y había que disfrutarlo al máximo. Me acuerdo que en aquellos días cuando teníamos un ensayo y alguno de nosotros se ponía perezoso yo yo me enojaba mucho y le decía "no seas tonto, hay que seguir adelante, ¿sabés cuanta gente hay ahí afuera que se moriría por estar en tu lugar en este momento y vos lo estás desperdiciando?". Pero a veces pasa que cuando a uno le pasa algo maravilloso y extraordinario no se da cuenta hasta mucho tiempo después.
-¿Disfrutó aquellos días?
-¡Claro! Era una locura, imagínese que la gente quería saber hasta qué estábamos pensado y nos lo preguntaban y salía publicado en los diarios. A pesar de la presión que eso significaba, la pasábamos muy bien. Teníamos una gran libertad para hacer la música que queríamos y cómo queríamos. ¡Era genial! Ahora puedo ver claramente que fue así, porque unos años atrás, cuando tenía frescos los sufrimientos que también trae el éxito, pensaba diferente. Lo que hoy veo como un sueño era una pesadilla y quería correr lo más lejos que pudiera de ella. Lo bueno es que, a pesar de las críticas que nos llamaban dinosaurios, la música de Yes sobrevivió a los tiempos del punk y también a los tiempos del video y sigue viva, y hay mucha gente que la disfruta.
-¿Dónde cree que puede encontrarse hoy el legado del rock progresivo?
-Es como el jazz, el legado del jazz puede encontrarse en todas las músicas y algo parecido pasa con el rock progresivo. En bandas como Radiohead y Coldplay puede verse claramente la influencia del rock progresivo, como también en la banda más grande de rock inglesa, Queen. Además, el rock progresivo nació de la necesidad de los músicos de llevar sus ideas lo más lejos posible, sin temor a experimentar o tomar precauciones, y ese espíritu es el que anima a los artistas que temen arriesgarse a transitar caminos nuevos, a evolucionar. Esa idea es la que también anima mi trabajo hoy. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El vocalista confesó que le hubiera gustado ser futbolista. | | |