Cita con el orgullo

Ñuls necesita sacar adelante el choque ante el Rojo

Mauricio Tallone / Ovación (Avellaneda - Enviado especial)

Cada partido del Clausura inspira una misión irrenunciable para Newell's. Esta referencia no pretende instalar como única creencia de que el equipo del Bambino Veira tendrá una cita de antemano acomodada cuando esta noche salte a la cancha para enfrentarse, desde las 21.10, a Independiente en la Doble Visera. Pero sí cobra fuerza de imprescindible la obligación que pesa sobre los rojinegros de encolumnarse a un resultado entonador, luego de que la recompensa hace casi una semana contra Banfield en el Coloso no fue la esperada en los números ni en la ambición con que se encara un debut en el torneo.

Por todo esto, el encuentro de hoy también encierra ciertos misterios para Newell's. El primero está directamente relacionado con la oferta táctica que entregará el trámite, mucho más ahora que el Bambino deberá prescindir, muy a su pesar, de la presencia de Jairo Patiño en el mediocampo. El colombiano luce tan importante para el andamiaje ofensivo de Newell's, que su ausencia no sólo le resta chances al equipo de alzarse con una actuación alentadora sino que obliga a Veira a modificar el mapa del planteo. Adiós a la apuesta del Plan B, con Zapata, Rosada, Patiño y Silvani para que la red de contención no se vea resquebrajada por la invasión de los rapiditos del medio con los que cuenta el equipo de Pastoriza. Hola de nuevo al viejo esquema con dos volantes por afuera, en este caso serán Zapata y Villar en lugar de Patiño aunque el Pipa se moverá por izquierda, Rosada como el eje del equilibrio y Silvani fluctuando un poco más adelantado. Una distribución conocida, que concedió pocos réditos en las últimas presentaciones.

Igualmente de una u otra manera, la cuestión persigue no desatender las virtudes con las que cuenta el conjunto de Pastoriza y que le permitieron abrir el fuego de las expectativas sacándose de encima fácilmente a Estudiantes en la primera fecha. Este antecedente merece citarse no sólo por lo holgado que le resultó el pleito al rojo sino porque en tren de cotejar individualidades y prestaciones colectivas, Newell's cuenta con recursos de otro recorrido internacional respecto al equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo.

Entonces, por una simple asociación de mirada coyuntural, el apunte induce a pensar que Independiente no se encontrará con obsequios tempraneros como le sucedió en La Plata. La participación decisiva que tuvieron en el destino de aquel partido Cristián Giménez, Hernán Losada, Leonel Ríos y Damián Manso, por citar a los ejemplos más sobresalientes, esta vez en el plano de las previsiones se topará con una coartada pensada para la ocasión, aunque remendada por la urgencia que significó la demora de Patiño de su viaje con la selección.

Pese a las precauciones y a la justificada ponderación que se debe hacer de las bondades del rival, a favor de las posibilidades de Newell's debe remarcarse que todavía no apareció aquel equipo que haya ganado un partido subiéndose al escenario teórico. Los noventa minutos y los imponderables que siempre se hacen un lugarcito estelar en el fútbol develarán si la idea táctica fue una acertada distribución de derechos y obligaciones por parte del Bambino o si la apuesta se pierde en una anécdota insustancial, donde los movimientos colectivos sólo se miraran en una puesta en escena errática.

Si bien recién se acude a la segunda cita del torneo, el presente de Independiente es un estímulo a medida para este Newell's que anda necesitando de un triunfo que lo ubique de nuevo en el concierto que tocan los equipos con ánimo de entreverarse en la conversación en serio.

Silvani le gana a Domínguez en la práctica.