Cienciano revalorizó a Perú

El modesto equipo hizo vibrar a todo un país con la Copa Sudamericana

Con la obtención de la Copa Sudamericana, el modesto Cienciano de Cusco logró revalorizar la imagen futbolística de un país como Perú, tan necesitado de logros humanos como deportivos.

Hoy, los hombres dirigidos por el estratega Freddy Ternero (a quien muchos aficionados ya piden como reemplazante del brasileño Paulo Autuori al frente del seleccionado absoluto) alcanzaron la dimensión de "héroes nacionales" por el simple hecho de superar los obstáculos presentados y superar en la instancia decisiva a un River Plate sumido en enormes contradicciones de identidad futbolística.

Por eso, no extrañó que todos los diarios y medios de comunicación peruanos (todos, sin exceptuar a ninguno) tomaran el éxito alcanzado por la institución del Cusco como propio.

Inclusive, los hinchas de las tres entidades más poderosas del país (Universitario, Alianza Lima y Sporting Cristal, los tres de Lima) se alegraron por el triunfo y festejaron en la Plaza de Armas de Arequipa, hasta bien entrada la madrugada, el zapatazo del paraguayo Carlos Lugo que dejó el título en manos rojas.

Cienciano fue el responsable directo de que el país futbolístico peruano inflara el pecho y disfrutara de una fiesta interminable, quizás comparada con aquella que vivió en 1975, cuando el seleccionado de la banda roja se alzó con el trofeo en la Copa América.

Entonces, son comprensibles las asociaciones que la afición peruana hace. Para ellos, el delantero Germán Carty está a la altura de los franceses Thierry Henry (Arsenal, Inglaterra) o David Trezeguet (Juventus, Italia) o del holandés Ruud van Nistelrooy (Manchester United, Inglaterra).

Su presidente Juvenal Silva (propietario de una personalidad autoritaria como la que enarbolan los caudillos de pueblo chico) será postulado en el futuro inmediato como primer mandatario para reemplazar a Alejandro Toledo.

Y el "Upa, upa, upapá, este es el Cienciano, es el papá" será elegida la canción del 2003, desplazando a cualquiera que pueda verse reiteradamente en las cadenas de cable de Son Latino o MTV.

Con demasiado fervor, una solidaridad colectiva que ya no es habitual y la fortuna necesaria en este tipo de acontecimientos deportivos, Cienciano sacó chapa de grande y despertó del sueño mágico.

Los medios periodísticos locales reflejaron en la mayoría de sus páginas que la institución del Cusco "hizo historia al cambiar nuestra historia".

"Se le ganó a River como si se tratase de un equipo argentino, con dos jugadores menos, sufriendo, carajeando, temiendo en el apuntó un comentario del periódico deportivo limeño Líbero.

Es cierto, por estos días de gloria, Dios parece ser peruano y los hombres del Cienciano los apóstoles que olvidaron los trajes de mártires y hoy se ponen las ropas de santos. (Télam)

El arquero argentino Oscar Ibáñez levanta la Copa.