| domingo, 21 de diciembre de 2003 | En marcha. Cuatro historias de emprendedores que representan a miles Aprendieron oficios y salen a pelearla Costura en el garaje "Mi garaje nos sirve como taller y como vidriera", se sonríe Elba Ruiz, de 34 años, cuando cuenta que junto a otras cinco mujeres de su barrio intenta sostener a su familia cosiendo ropa para niños, manteles, servilletas y toallones. Elba sólo cursó primer grado. Vive con sus seis chicos y su marido en Saavedra y Solís (barrio Moderno) y asegura que hace tres años, ayudada por la Corriente Clasista y Combativa (CCC), le "encontró la vuelta a la miseria" convirtiéndose en costurera.
"Mi marido es vendedor ambulante y con eso gana unos 20 pesos por día. Yo cobro un plan jefas y luego está la costura: con alguna ropita que les vendemos a los vecinos tiramos, pero con eso no alcanza", asegura.
A pesar de eso, aprender a coser fue para ella una ventaja. "La ropa de nuestros chicos la hacemos nosotras", se enorgullece. Comenzaron con una máquina de coser y ahora ya tienen tres. El taller lleva el nombre de El Gauchito Gil, porque les dio "suerte" y posibilidad de trabajo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Elba subsiste cosiendo ropa y manteles. | | |