| sábado, 15 de noviembre de 2003 | Eliminatorias Sudamericanas Ante Bolivia, Argentina busca recuperar el feeling El formato de las eliminatorias, que en promedio prevé la disputa de dos partidos casi seguidos cada dos meses, instala la sensación de que todo lo que pasó, pasó hace mucho tiempo. Por eso parecen tan lejanos aquel empate 2-2 con sabor a derrota ante los chilenos en el Monumental y el posterior 3-0 ante la endeble Venezuela en Caracas, allá por los primeros días de septiembre.
Después de este prolongado paréntesis, entonces, al seleccionado argentino le llegó el turno de salir a escena por tercera vez en su camino hacia el Mundial de Alemania 2006: hoy recibirá a Bolivia, un rival históricamente inferior pero que en los últimos enfrentamientos le dio más de un dolor de cabeza.
Será a partir de las 21.30 -un horario poco seductor para un sábado por la noche-, en el Monumental y con el arbitraje del peruano Gilberto Hidalgo.
A esta altura, el de la ajada relación entre el público y el seleccionado por la frustrante eliminación en primera ronda en el Mundial 2002 es un tema tan remanido como insoslayable.
Mal que le pese a Bielsa y sus dirigidos, la cancha de River tendrá un marco más frío que el del debut ante los chilenos, cuando se vieron muchos huecos en las tribunas.
A la gente y la selección no los une el espanto sino la indiferencia. El hincha la mira con lupa, la analiza a partir de una mirada más inquisidora que contemplativa, le exige un fútbol vistoso y efectivo con más severidad que antes. Como si el equipo estuviera obligado a pagar en valor oro su prematuro naufragio en Corea y Japón.
Por eso, en el choque de hoy la Argentina tendrá la posibilidad de comenzar a reencauzar el ida y vuelta con la tribuna, y de consolidar los pasajes de buen juego que se vieron ante Chile y Venezuela.
Ahora se percibe una intención de progresar en el campo con un trato de pelota más pausado, sin esa velocidad de centrifugador que muchas veces confunde y le resta claridad a las maniobras.
Será cuestión de seguir en esa línea y apostar por el buen pie de Pablo Aimar y Andrés D'Alessandro en la creación, más el desequilibrio que puede brindar César Delgado por el costado derecho y el instinto goleador de Hernán Crespo por el centro del ataque.
Según la lógica, la Argentina no debería tener mayores dificultades para quedarse con sus primeros tres puntos como local.
Pero los últimos antecedentes dan cuenta de que Bolivia viene siendo un rival cuanto menos molesto: en las eliminatorias pasadas, el conjunto de Bielsa ganó por un apretado 1-0 como local con un gol de Gustavo López sobre el final y en la altura de La Paz igualaron 3-3 luego de una gran reacción de la Argentina, que estaba dos goles abajo cuando quedaban cinco minutos para el cierre.
El seleccionado albiceleste, que marcha segundo junto a Chile, a dos puntos del líder Brasil, tendrá dos variantes en relación con el equipo que superó a los venezolanos: Facundo Quiroga por Nelson Vivas, quien se retiró del fútbol, y Matías Almeyda por Juan Sebastián Verón, quien llegó al límite de dos tarjetas amarillas.
En el conjunto visitante hay dos dudas de mitad de cancha hacia adelante: Roger Suárez o Marco El Diablo Etcheverry para el puesto de enganche, y José Castillo o Miguel Mercado para acompañar a Limberg Méndez en el frente de ataque.
Habrá que ver qué cara muestran los bolivianos, si la del equipo vulnerable que en el debut cayó 5-0 ante Uruguay en Montevideo, o la del conjunto agresivo y firme que después goleó por un sorpresivo 4-0 a Colombia en La Paz.
Por lo pronto, se sabe que Bolivia planteará un partido cerrado y luchado. Para ellos un empate será casi como una victoria. Está en Argentina demostrar quién es quién. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Bielsa es flanqueado por Zanetti y Samuel. | | |