| domingo, 19 de octubre de 2003 | La poderosa COB le dio 24 horas para derogar la ley de hidrocarburos El flamante presidente de Bolivia recibió un duro ultimátum sindical La Paz. - El nuevo presidente de Bolivia, Carlos Mesa, tuvo durante su primer día de gestión una serie de gestos que apuntan a la reconciliación entre el gobierno y la sociedad, luego de la traumática salida del poder de Gonzalo Sánchez de Lozada. Pero su luna de miel duró pocas horas: la poderosa central sindical COB le dio un ultimátum para que "en 24 horas" derogue la ley de hidrocarburos y prohíba por decreto el proyecto de exportación de gas del anterior gobierno. En similar tono se pronunció el líder gremial indígena Felipe Quispe, quien exigió la derogación de numerosas normas y estimó que Mesa "va a tener problemas". En tono algo menos drástico, el líder cocalero Evo Morales dijo que le concederá al nuevo presidente de Bolivia "un respiro" pero que retomará la lucha si no se escuchan sus reclamos. Los problemas para Mesa también se evidenciaron en la postergación para hoy de la toma de juramento de su gabinete, que según prometió estará formado exclusivamente por figuras independientes.
El principal líder opositor, el diputado y jefe de los campesinos cocaleros Evo Morales dijo que la viabilidad del nuevo gobierno "depende de que entienda al pueblo" y no acepte las imposiciones del FMI, del Banco Mundial ni de Estados Unidos. Morales, líder del principal partido opositor, el Movimiento al Socialismo (MAS), agregó que "tiene que pararse la erradicación forzosa de la hoja de coca". El líder del mayor bloque del Congreso dijo que "dará un respiro" a Mesa para que "se organice para atender la demanda de las organizaciones sociales". El líder cocalero celebró el compromiso de Mesa de llamar a un referendo vinculante sobre el gas, pero de inmediato agregó que "no podemos sentirnos victoriosos porque el poder no está en el pueblo".
Por su parte, el líder de los indígenas aymaras Felipe Quispe, quien días atrás dijo que Mesa era "más de lo mismo" y corresponsable de "mucha sangre derramada", afirmó que la federación que lidera continuará con las medidas de presión hasta ver la conformación del nuevo gabinete y el rumbo del gobierno.
Quispe le dio "90 días" a Mesa para mostrar una gestión de su gusto y dijo que espera entrevistarse mañana con el nuevo mandatario. Agregó que su Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia, "no va levantar el bloqueo de caminos", que mantiene hace más de un mes en el altiplano andino.
Mesa "tiene que anular la ley tributaria, la ley de capitalización, la ley de seguridad ciudadana", afirmó al mencionar 70 reivindicaciones del campesinado. Auguró que el nuevo presidente "va a tener problemas, igual que Sánchez de Lozada porque no es un buen político y no va a poder solucionar" la crisis.
El tercer sector que lideró la resistencia a Sánchez de Lozada, la Central Obrera Boliviana (COB), fue igual o aún más radicalizado en sus planteos al nuevo gobierno. La COB anunció a través de su titular, Jaime Solares, que continuará con las protestas si Mesa no deroga "en 24 horas" la ley de hidrocarburos y decreta que no habrá exportación de gas sin industrializar.
"Nosotros continuaremos con las huelgas de hambre, bloqueo de caminos y el paro por tiempo indefinido si Mesa no abroga la ley de hidrocarburos y firma un decreto en que se comprometa a no exportar el gas ni por Chile ni por Perú", exigió Solares, quien anoche se reunió inesperadamente con el presidente Mesa en La Paz. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Carlos Mesa se abraza con dos campesinos. | | |