Central: Russo le quiere ganar a Bilardo

Sergio Faletto / La Capital

Miguel Angel Russo y Carlos Bilardo tienen una larga historia en común. No sólo dentro de la cancha sino también fuera de ella. Ya que el fútbol los convirtió en amigos. Pero a su vez en ocasionales adversarios. Como sucederá cuando Héctor Baldassi inicie el partido este fin de semana (se jugará el domingo a las 15.30) entre Central y Estudiantes.

-¿Le podés ganar a Bilardo?

-Sí. Los dos equipos están en un buen momento, pero considero que Central tiene una madurez importante en lo que se refiere a juego y esto es clave. Nos estamos poniendo cada vez más duros, estamos aprendiendo a corregir rápido los errores, y estos elementos hacen que el grupo esté sólido.

-¿Le querés ganar a Bilardo?

-Por supuesto, cómo no le voy a querer ganar. Le quiero ganar siempre, de la misma manera que él me quiere ganar. Y le quiero ganar mucho más ahora, porque sumar tres puntos de local nos vendría bárbaro para seguir consolidando todo esto.

-Te pregunto si le querés ganar porque después del empate en La Plata en el torneo anterior se llegó a suponer que acordaron la igualdad.

-Acá nadie te regala nada y yo tampoco. Y cuando surgió esa suposición yo dije, y lo reitero ahora, que pensar que podemos acordar un empate es faltarle el respeto a Bilardo y también a mí. A los dos sólo nos interesa ganar, a los dos nos sirve ganar, porque el fútbol es trabajo y resultado.

-Otra vez se enfrentan y otra vez aparece el tema del saludo...

-Esto de los saludos lo han convertido en algo relevante y me parece que es una cuestión que no tiene ninguna importancia. Acá lo que cuenta es el partido, cómo juegan los equipos y el resultado final. Te digo esto de los saludos porque el otro día en Mataderos no me saludé dentro de la cancha con Patricio Hernández, y él es el padrino de mi hija, pero no nos saludamos porque no se dio, no porque estuviéramos enojados, porque después del partido estuvimos hablando un rato. Lo que pasa es que uno cuando entra a la cancha está pensando en cómo le va a ir en la silla eléctrica, esa que te espera en el banco. Ustedes los periodistas están pendiente del saludo, pero nosotros los técnicos estamos con la cabeza invadida por el partido.

-¿Qué pensás de este nuevo Bilardo que llevó a dos mujeres futbolistas a un entrenamiento, que pone música en la práctica y otras tantas cosas que hace?

-Ojalá me hubiera tocado este Bilardo en mi época de jugador. Nosotros con él estábamos en un monasterio. Una vez vinimos a Rosario y perdimos y nos fuimos derecho a nuestra concentración y nos dejó tres días entrenando. Ahora él cambió y tal vez sea un mérito suyo el haberse adecuado a los cambios de la sociedad. Yo me entero que pone música y me sorprendo, porque a nosotros ni siquiera música gregoriana nos dejaba escuchar.

-Ahora vos y los técnicos que se identificaban bastante con él parecen más ortodoxos que el propio Bilardo.

-No, cada uno tiene su forma de trabajar y yo también cambié. Yo aprendí con el tiempo a desdramatizar el fútbol, pero eso no significa que no se trabaje.

-Pertenecés a un grupo que se identifica con Bilardo y aprendiste muchas cosas con él, ¿no te debe ser sencillo encontrar la forma de vulnerar el esquema con el cual aprendiste?

-Hay que ver, porque los esquemas son ejecutados por jugadores, y hoy Estudiantes tiene futbolistas mucho más livianitos y es otro tipo de juego, que se diferencia del juego de aquel entonces que era mucho más cerrado. En esta ocasión no estará Gelabert porque sumó cinco amarillas, no sé cómo está Carrusca, no sé si Aquino sigue o no. Habrá que ver, porque Carlos (Bilardo) apuesta mucho a las subidas de Angelelli y Krupoviesa. Pero ojo, porque Estudiantes también conoce nuestro poderío.

-¿Qué tiene que hacer Central para ganarle a Estudiantes?

-Estar atento, tranquilo, muy concentrado en las jugadas con pelota parada y saber que un gol vale lo mismo en el primer minuto como en el último. Y fundamentalmente no jugar al ritmo de la gente, porque ahora nosotros y la gente comenzamos a jugar cosas especiales, porque los hinchas deben entender que nosotros buscamos lo mismo que ellos, pero no a un ritmo alocado, porque de esa manera vamos a jugar mejor, más sereno y vamos a producir mejores actuaciones.

-Central está segundo y ahora la euforia pide más, ¿es un imposible soñar con más?

-Nunca nada fue imposible. No fue imposible eludir el descenso y la promoción, no fue imposible clasificar para jugar las copas y tampoco es imposible pensar en más ahora.

Bilardo y Russo en el partido jugado en La Plata.