| | miércoles, 08 de octubre de 2003 |
Alguien habló de más
Comentarios como para que le ardieran las orejas a Daniel Germano abundaron ayer de mañana en dos significativos acontecimientos de la ciudad. Ausente tanto en las celebraciones del Día de la Virgen como en el Congreso de Periodistas Deportivos, lo menos que se dijo del todavía ministro de Educación fue que hasta hace muy poco, en plena campaña electoral, se lo veía hasta tres veces por día en Rosario. Horas después se demostró que la alusión a su supuesto desinterés actual era infundada. Es que el ahora ya ex funcionario protagonizaba por entonces en Santa Fe la dura pelea que le terminó costando el cargo.
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El vino añejo sabe mejor
Defendió con su reconocida claridad sus puntos de vista en Plan "a", por Canal 3. Defensa es la palabra justa, porque un par de veces la platea femenina retrucó sus expresiones, sobre todo cuando habló de la "histeria" femenina. Ni la actriz Gachi Roldán, que estaba a su lado entre los panelistas, se privó de introducir un bocadillo al respecto cuando soltó un "seré histérica, como dice Daniel". Imperturbable -al menos dio la impresión de dominar sus emociones- contestó con elegancia cuando un barbado caballero de la tribuna lo acusó de que a lo mejor su problema era que no encontraba a las varias mujeres que, se dice, corresponden a cada hombre. "Yo sólo hago observaciones sobre la ciudad, y sobre cómo somos", replicó palabras más o menos, sin engancharse en la onda erótica que campeó sobre él en varios momentos del programa. Daniel Briguet demostró toda su madurez como comunicador. Que acompaña con implacable lógica el indisimulable paso de los años.
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Antes de que den las 12
La última de las doce campanadas que marcan el mediodía es el límite. Un extraño rito liga todos los días al Ministerio de Economía con la Casa Rosada. Ansiosamente el presidente espera ese momento para recibir desde la cartera que dirige Roberto Lavagna las decisiones actualizadas que atañen a las cuentas públicas. Son los secretarios privados de Kirchner quienes toman nota. Y dicen que estalla la furia si son más de las 12 y el jefe de la administración del Estado no recibió el informe. Cuentas al día conservan la amistad.
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No la seducen así nomás...
En la jefatura de Gobierno porteña tomaron como una grave derrota en su búsqueda de integrar la administración con gente de otros partidos el rechazo de su socia de más peso. Cuando Aníbal Ibarra tanteó a los dirigentes que lo apoyaron contra Macri, se encontró con una cerrada negativa de Lilita Carrió, lo cual le provocó sorpresa y disgusto. El ARI alegó que no le gusta el acuerdo con Kirchner -el otro gran apoyo que tuvo Ibarra- y que prefiere preservar la identidad de su sector. Una estrategia que ya probaron en su momento los muchachos del socialismo local. Sin embargo los ibarristas no se dan por vencidos y reciclarían su intento de atraer a la chaqueña a partir de un par de datos: 1) El diputado Jorge Giles, que parecía incondicional a la ex candidata a presidente, se fue del partido. Antes del portazo presentó una carta en la que cuestiona la postura autónoma de Carrió respecto del gobierno de Kirchner y su prédica de verdades reveladas. 2) Otras misivas que cuestionan a la ex dirigente radical fueron las que presentaron Lucy de Cornelis, de Mujeres Agropecuarias en lucha, y Roberto Tortosa, coordinador de la mesa de Empresas Pyme, del ARI. Ellos dicen que en el partido no hay debate. |
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