| miércoles, 01 de octubre de 2003 | Derrota de Argentino Rodolfo Parody / La Capital ¿Cómo explicar que Argentino se quedó sin nada? ¿Qué argumento es el apropiado para justificar el triunfo de Cañuelas que optó por resguardarse y jamás merodeó el área salaíta? La falta de contundencia, la incapacidad para hacer pesar el jugador de más durante todo un tiempo y la siesta que se tomó durante la etapa inicial se encuentran las razones del traspié del conjunto de Marini por 1 a 0, increíble y doloroso.
Con Cañuelas dispuesto a meterse atrás y a resignar cualquier pretensión ofensiva, Argentino dilapidó 45 minutos sin encontrar la vuelta para avanzar con peligro. Los volantes quedaron atrapados en la persecusión asfixiante de la visita y apenas llegaron con dos jugadas esporádicas. El córner de Theyler que cabeceó Villarreal y manoteó en forma espectacular Saranzotti y el desborde de Vásquez que no alcanzó a conectar con precisión Amaya fueron las únicas aproximaciones.
La expulsión de Andrés Fernández por doble amarilla era la oportunidad de encontrar los caminos de la victoria. Cañuelas retrocedió aún más y ya no fue tan estricto en la marca. Así Argentino prevaleció y estuvo cerca de la conquista. Sin tener la justeza necesaria para llegar con pelota al pie en los últimos metros, lo tenía arrinconado. Había que ganar y el técnico Marini sacó al defensor Aceto por el volante Ocampo.
Un pie salvador desvió el centro shot de Theyler y minutos después el arquero Saranzotti empezaría a agigantar su figura tapando sendos tiros desde afuera de Ocampo.
Pero llegó el golpe de gracia. El solitario Zaccardo, que jugó con inteligencia, metió el centro atrás y Amaya lo tocó abajo a Retamozo. El mismo receptor de la falta se encargó de anotar de penal un gol inesperado.
Para que la bronca fuera aún mayor por la desventaja, Argentino se quedó relamiendo en las postrimerías del imbatible Zaranzotti. Con la mirada perdida se quedó Sciretta, quien de zurda y a metros de la línea del arco, la tiró afuera. Y en la última Villarreal la reventó de cabeza en el travesaño.
Quien vino a robar un punto se llevó mucho más. El ambicioso se quedó sin nada. La explicación de que Argentino estuvo cerca es válida. Pero al fin y al cabo esa superioridad no la supo plasmar. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Pértez se anticipa a Theyler y despeja el peligro. | | |