| domingo, 10 de agosto de 2003 | Apertura 2003 Central visita a Boca en el bastión de la Bombonera Mario Candioti / La Capital Traspolando imágenes, la presencia de Central en la Boca de Quinquela puede compararse con la de un pibe del interior que va a la conquista de Buenos Aires. Claro que este muchacho llega a enfrentar este nuevo desafío con una base ampliada, con una -podría decirse- cultural general más arraigada y que le permite enfrentarse y desenvolverse con mayor seguridad y con porcentajes de riesgos menores. En definitiva, el pibe (Central) está más maduro.
Y si bien el examen que debe asumir no es para nada sencillo, los argumentos de este equipo de Russo lo han convertido en un rival del que no hay que descuidarse. La necesidad lo llevó a forjar el carácter y su personalidad futbolística hoy impone respeto. De aquella asfixia que significó pelear partido tras partido, punto por punto para escapar de la zona del descenso hasta este presente pasaron muchas cosas. Y en ese derrotero fueron creciendo.
Hoy, el pentacampeón de América lo espera en ese reducto ícono de lo popular y con apariencia de inexpugnable que es la Bombonera. Allí el Boca de Carlos Bianchi intentará demostrar que no le hizo falta realizar incorporaciones rutilantes para seguir siendo protagonista. Con la regularidad de su línea defensiva, un mediocampo metedor donde la figura de Battaglia se consolidad cada vez, el brasileño Iarley para crear y dos monstruos en ataque como Carlos Tevez y el siempre complicado Guillermo Barros Schelotto, Boca intentará ahogarle cada centímetro de césped a los canallas, apoyados por el clamor de su incondicional hinchada.
Y Central deberá estar atento, como también lo tendrá que hacer Boca. Porque hoy en día en este bendito fútbol argentino las localías están pasando a tener valores relativos. Y no hace falta dar ejemplos para sustentar esta afirmación. Pero, por si lo hiciera, el equipo de Russo le jugó de igual a igual a un Independiente que compró al por mayor la mejor ropa del mercado futbolístico y apenas pudo empatar en su propia cancha. E incluso pudo haber perdido.
¿Qué está en condiciones de mostrar Central? Ya no está el Cata Díaz, pero sí Carbonari como voz de mando en el fondo; un mediojuego de marca y toque, donde la llegada del Equi González le aportó frescura a la creación; un pibe como Poy que quiere despegar y el acompañamiento hoy del Pejerrey Gonzalo Belloso -una cuota de experiencia imprescindible para partidos de esta clase-. Todo esos argumentos revestidos de una gran dosis de solidaridad entre sus líneas.
El desafío está planteado. Sólo Central está en condiciones de demostrar que depende de sí mismo. A pesar de que enfrente esté Boca... y la Bombonera, que no es poca cosa. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Gustavo, el mellizo de Rosario Central. | | |