| sábado, 09 de agosto de 2003 | "En el Stella Maris no todos deben pagar" Uno de los colegios que está en la mira del Ministerio de Educación de la provincia y que podría sufrir el recorte en la entrega de subsidios es el Instituto Parroquial Stella Maris, tal cual lo averiguó La Capital de fuentes ministeriales. "Los padres no pagan al colegio, aportan a la Fundación Juan XXIII que funciona desde 1969", trató de aclarar a este diario el representante legal del establecimiento, Raúl Bravo. El directivo aseguró también que "muchos no pueden pagar y sus hijos están igual en el colegio; nadie se queda afuera".
No obstante, en la fundación se dice otra cosa. "Si usted no abona, puede optar por no enviar a sus hijos", comentó una empleada de la entidad ante una requisitoria telefónica. Más aún, allí se dijo que para conocer más detalles sobre inscripción, vacantes y aportes había que hablar "personalmente con el representante legal de Stella Maris, Raúl Bravo". De este modo, se puso de manifiesto la directa vinculación entre la fundación y el colegio: una manera de evitar que aparezca la institución educativa como impulsora del cobro. Es más, algunos padres que accedieron a dialogar con La Capital corroboraron esta información y agregaron que Juan XXIII, que preside el párroco Livio Gorza, es también recaudadora de otras entidades dedicadas a impartir conocimientos.
El mismo Bravo confirmó la existencia de la relación entre la fundación y el colegio. "La fundación es la que sostiene todas las obras parroquiales", explicó. Además, indicó que si bien el gobierno dice que el Estado subsidia el 100 por ciento de los salarios docentes, en realidad "sólo paga a 20 de los 26 profesores que hay. Y a los estudiantes se les enseña inglés y computación más allá de que aporten o no a la fundación", abundó.
El establecimiento cuenta con 1.050 alumnos y pertenece al Arzobispado de Rosario. "El propietario del colegio es el Arzobispado", dijo el directivo. Y cuando se le preguntó qué rol cumplía el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás, en la institución, respondió: "Es el dueño".
Luego aseguró que la intención de las autoridades del colegio es "seguir hablando. Y si hay algo que corregir, lo corregiremos", se atajó el responsable de la escuela que funciona desde hace 41 años en Fisherton. enviar nota por e-mail | | |