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 sábado, 09 de agosto de 2003

Más allá del rechazo a las normas europeas, se trabaja en detección de OGM
La diferenciación abre un nuevo nicho de mercado
En Argentina hay varios laboratorios que ofrecen el servicio de detección de OGM pero pocos lo demandan

Las exigencias en materia de etiquetado y trazabilidad movieron en los últimos años las inversiones tendientes a ofrecer estos servicios. Una de ellas fue la que realizó la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario que en 2000 equipó el laboratorio para determinar la presencia de productos transgénicos en soja y maíz, con una inversión cercana a los 250 mil dólares.

Aunque se trata de un servicio poco demandado, hoy sólo se realizan entre 6 y 10 muestras por mes cuando la capacidad operativa del laboratorio supera las 60, las nuevas normativas europeas abren un mercado que promete transformar el escenario de los commodities.

El gerente de la Cámara, Salvador Addamo, explicó la experiencia que desarrollan y las perspectivas que se presentan a futuro.

-¿Cómo nace el servicio de detección de OGM?

-Esto se inicia en el año 2000 a la luz de las exigencias extranjeras, fundamentalmente europeas que querían comprar productos libres de organismos genéticamente modificados. A partir de eso vemos que se estaba abriendo un nicho de mercado para hacer un servicio complementario a los socios o usuarios, que era determinar la cantidad de productos transgénicos que vienen en los granos que se exportan, pero apuntando esencialmente a soja y maíz.

-¿Quién lo demanda?

-El que exporta. El ensayo que hacemos es costoso porque también lo son los insumos y el equipamiento, aunque existen algunos ensayos alternativos pero son mucho menos específicos que el método químico.

-¿Qué mercados demandan esta diferenciación?

-Por un lado exclusivamente la exportación de maíz, porque la soja es más commoditie que este cereal y en los últimos años se exportaba mayoritariamente como subproducto y aceite. Como el subproducto va con destino animal no lo condicionan y en el caso del aceite, como el transgen se encuentra en la parte sólida de la semilla, no se transfiere. Algunas veces piden conocer si el aceite tiene residuos transgénicos, porque a veces queda con resto del agua y dentro de allí puede haber partículas microscópicas de residuos sólidos. Pero cuando se refina, es poco probable que esto suceda. Lo que sí exige la UE es el etiquetado que diga que la materia prima de la cual proviene el aceite es de un producto OGM. Sucede que los europeos son muy particulares, tienen un estándar de vida desahogado, tienen poder adquisitivo y pueden seleccionar.

-El Estado comenzó a preocuparse por este tema, ¿esto quiere decir que hay un nicho de mercado que se está moviendo?

-Seguro, y va a ir creciendo, porque cada vez hay más un direccionamiento hacia la mejora de los productos o por lo menos hacia la homogeneidad de lo que se exporta. Los compradores están pidiendo que los productos sean homogéneos, con la calidad especificada, ya que un embarque con distintas calidades condiciona al que tiene que elaborar los productos a desarrollar programas de trabajo completamente distintos para cada embarque. Eso se percibe no sólo en productos transgénicos sino en importaciones argentinas, especialmente en trigo.

-Hay empresas que trabajan en esto, se ve que el mercado da

-El mercado comenzó a moverse hace como cinco años. Lo que sucede es que venía creciendo y después el crac del 2001 desbarató todos los proyectos que había. En 2002 nadie hizo nada. Recién este año comenzó a acomodarse todo.

-¿La Bolsa tiene capacidad para ofrecer servicios de trazabilidad ante la demanda que se viene?

-Los servicios están, incluso tenemos un manual de procedimiento de identidad preservada para certificar trazabilidad. Cuando montamos el laboratorio teníamos la competencia del Inta Castelar y la empresa SGS. Hoy puede haber otras empresas, pero de menor envergadura.

-¿Este servicio es demandado?

-Es como tener un auto cero kilómetro que se usa poco y nada. Porque estamos haciendo algunos análisis, nuestra capacidad operativa puede ser 60 muestras por mes y hacemos 6 a 10.

-¿Creen que el mercado aumentará como para amortizar la inversión?

-La Bolsa no invierte para mantener cosas que den pérdida. Aunque hay que destacar que esto se desarrolló sobre una estructura de país que era totalmente distinta. Creo que a largo plazo se va a autofinanciar.

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