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 miércoles, 06 de agosto de 2003

Para dejar Liberia, Taylor quiere negociar los cargos por crímenes de guerra
Mientras las tropas de paz llegaban a Monrovia, el presidente parecía reacio a exiliarse en Nigeria

Monrovia. - Mientras las tropas de paz africanas llegaban a Monrovia y combatientes enemigos se abrazaban en un puente duramente disputado en la capital de Liberia, el presidente Charles Taylor parecía dudar sobre su anunciado exilio a Nigeria. Según un portavoz del gobierno nigeriano, Taylor quiere que se le retiren los cargos por crímenes de guerra que enfrenta en una corte respaldada por Naciones Unidas para emprender el exilio. El presidente liberiano prometió, bajo presión de Estados Unidos y de los países de Africa Occidental, que dejaría el poder el próximo lunes para lograr un cese del fuego en la guerra fratricida.

Barcos estadounidenses se acercaron a la costa del país del occidente de Africa -fundado hace más de 150 años por esclavos libertos norteamericanos- preparándose para apoyar los esfuerzos de paz. Pero una nueva tormenta comenzó a formarse en torno a la anunciada salida del presidente Charles Taylor del país, cuando Nigeria señaló que ahora parece reacio a aceptar el asilo ofrecido a menos que el tribunal de crímenes de guerra de las Naciones Unidas en Sierra Leona elimine los cargos en su contra.


"No más lucha"
En el Puente Viejo, escenario de algunos de las peores batallas que dejó miles de muertos, los jóvenes combatientes de Taylor abrazaron a sus enemigos. "No lucharé más en mi vida", dijo un oficial leal a Taylor mientras abrazaba al mayor "K" del grupo rebelde Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (Lurd). Las esperanzas de paz surgieron en Monrovia el lunes con la llegada de 200 efectivos de paz nigerianos. Helicópteros blancos de la ONU trajeron ayer a otros 70 efectivos hasta el aeropuerto de la capital, mientras el comandante de la fuerza nigeriana y el embajador de EEUU cruzaron la línea de frente para reunirse con comandantes rebeldes.

Dos barcos de guerra estadounidenses llegaron cerca de Liberia y un tercero se encuentra en camino. En total transportan 2.300 marines, pero Washington todavía no decidió si desembarcará fuerzas en el país o sólo prestará apoyo logístico. "Veo la paz, siento la paz y pienso que se le dará una oportunidad", expresó el ministro de Defensa liberiano, Daniel Chea.

La fuerza de paz tiene el propósito de apartar a los rebeldes y las tropas de Taylor, y dejar que el presidente se exilie en Nigeria, como había prometido. Sin embargo, el gobierno de Nigeria expresó ayer que parece renuente aceptar su oferta de asilo.

"El problema es que el señor Taylor dice simplemente que tan solo está dispuesto a irse de Liberia si el tribunal internacional retira los cargos de crímenes de guerra contra su persona", declaró en Abuja el portavoz de la presidencia nigeriana, Felix Stanley Macebuh. La corte expresó reiteradamente que no retirará los cargos contra Taylor, acusado de tener un papel clave en la guerra de una década en Sierra Leona, marcada por salvajes atrocidades contra civiles. (AFP y Reuters)

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