No todo nace del sentido común

Tener sentido común es bueno, pero hay veces en la vida que no se lo debería usar. No todo nace del sentido común, existe sí otra realidad, como pensar, utilizar los conocimientos, aprovechar la experiencia, emplear el mejor medio a nuestro criterio, saber y entender, hacerlo con filosofía de excelencia. Para la gran mayoría de los argentinos son solamente palabras y cuando se llega a la práctica se hace todo lo contrario, ni siquiera se elabora con sentido común. Todo se efectúa a la marchanta y que Dios nos ayude, si sale bien fenómeno y si sale mal, mala suerte. Es decir que todo está librado a la buena suerte y es una realidad que observamos a diario desde algunas funciones públicas o privadas, profesiones, oficios y demás. Siempre se inventa algo en forma espontánea que puede salir bien, aceptable, regular o mal y así nos va. Estamos tan acostumbrados a esto que algunos creen que está bien y la verdad es que puede salir bien en el mejor de los casos. La conclusión es que no existe fundamento alguno que tenga credibilidad, asegurando que un producto o un servicio, cuando es más caro es mejor.

Américo Calvillo